Los tentáculos de los negocios de Rodrigo Rato cuando era vicepresidente del Gobierno de José María Aznar llegan también de algún modo hasta los Pujol y hacia algunos que de alguna manera u otra colaboraron con la trama corrupta de la familia del 'Molt Honorable'.
Así, según ralata el diario 'El Mundo', Rato se habría asociado con el empresario catalán José Manuel Solá Castel, investigado por su relación con el caso Pujol, a quien ha confiado la dirección de Bagerpleta Gmbh -empresa propietaria del hotel que el ministro de Fiananzas con Aznar tiene en Berlín-, además de fundar junto a él dos sociedades, que jamás tuvieron trabajadores ni ingresos.
Era 2007 cuando ambos registraron Bagerpleta. Ocho años antes, cuando Rato aún era vicepresidente segundo ministro de Econocmía, fundaron dos sociedades ralacionadas con el ladrillo. Una inmobiliaria, Vistarties, y la otra una constructora, Era-Luna.
Ambas empresas nunca tuvieron trabajadores ni ingresos, según las cuentas presentadas al Registro. Desde su fundación dejaron constancia de sus balances todos los años, incluido 2014, salvo 2004, 2005, 2006 y 2007, en pleno estallido de la burbuja inmobiliaria.
Solá Castel comenzó a administrar la sociedad propietaria del hotel de Berlín en abril de 2008, en la que trabajó Mar Prado Baz, mujer de confianza de Rato -fue apoderada de hasta siete de sus empresas y tesorera de Bagerpleta bajo el mando de Solá Castel-, y única empleada de Kradonara 2001, la principal empresa que Rato utilizaba en España para hacer llegar dinero de manera irregular.
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