Rescatados 40 niños que trabajaban en una fábrica de electrónica en el sur de China

  • Pekín.- Cuarenta niños que trabajaban en una fábrica de componentes electrónicos en la ciudad china de Shenzhen -centro de la industria tecnológica nacional- fueron rescatados por las autoridades, informa hoy el diario "South China Morning Post".

Rescatados 40 niños que trabajaban en una fábrica de electrónica en el sur de China
Rescatados 40 niños que trabajaban en una fábrica de electrónica en el sur de China

Pekín.- Cuarenta niños que trabajaban en una fábrica de componentes electrónicos en la ciudad china de Shenzhen -centro de la industria tecnológica nacional- fueron rescatados por las autoridades, informa hoy el diario "South China Morning Post".

Los menores, de entre 12 y 14 años, procedían todos de una localidad del suroeste de China (Mianning) y trabajaron tres meses para la empresa Megatrend Electronics, con una jornada de 13 horas y un sueldo diario de cinco yuanes (0,76 dólares, 0,54 euros) por hora.

Los responsables de la fábrica, que produce adaptadores para "bluetooth" y llaves electrónicas, argumentaron que los menores, contratados a través de una agencia que se quedaba un porcentaje de los sueldos, tenían documentos de identidad falsos que les atribuían como mínimo 16 años (edad legal para trabajar en China).

Responsables del gobierno local informaron a "South China Morning Post" de que los niños serán reenviados a Mianning, pero no detallaron posibles sanciones a la firma que los contrató.

El suceso muestra la persistencia en el sector industrial chino de la explotación infantil, pese a las campañas contra ella, y según los expertos es también consecuencia de la preocupantemente creciente falta de mano de obra en la provincia de Cantón, donde se encuentra Shenzhen y en la que se concentra gran parte de la industria china destinada a la exportación.

Según activistas contra la explotación infantil, el uso de menores en fábricas del sur de China es normal desde hace años, especialmente en sectores como el textil o el juguetero, y las autoridades hacen oídos sordos a las denuncias.

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