Restauran un ánfora del S.III a.C hallada en el yacimiento íbero de Valencia

  • Un ánfora de adscripción fenicio-púnica, destinada a contener salazones de pescado y cuya datación es del siglo III antes de Cristo ha sido restaurada por el servicio de Arqueología de la Diputación de Valencia.

Valencia, 19 feb.- Un ánfora de adscripción fenicio-púnica, destinada a contener salazones de pescado y cuya datación es del siglo III antes de Cristo ha sido restaurada por el servicio de Arqueología de la Diputación de Valencia.

Se trata de una de las tres piezas de cerámica halladas a más de dos metros de profundidad en el yacimiento arqueológico de la conocida como ciudad ibérica de Carmoxen, ubicado en el municipio valenciano de Moixent, ha indicado a EFE el jefe del servicio de Arqueología, José Aparicio.

Clara Zanón, una de las integrantes del equipo de arqueólogos que trabaja en este yacimiento, ha explicado a Efe que la tipología del ánfora restaurada "es propia de la bahía de Cádiz cuya producción data sobre todo del siglo III" ante de Cristo".

"Se usaba para transportar salazones de pescado que era lo que se producía en la economía de la época y nos da información sobre la época fenicio púnica", ha detallado.

La arqueóloga ha destacado la "dificultad" que tuvieron para recuperar las ánforas halladas, porque más de la mitad del cuerpo se encontraba oculto en el muro y ha destacado que la que acaban de restaurar estaba "en bastante buen estado" a pesar de las toneladas de tierra que había tenido encima.

Los materiales encontrados, además del estudio, exigen trabajos previos de limpieza, dado que aparecen generalmente en el subsuelo cubiertos de tierra y, generalmente, con adherencias calcíticas que llevan las aguas al disolver las rocas y tierras calcáreas.

Miguel Herreros, otro de los arqueólogos, ha explicado que el ánfora restaurada era la que "estaba más cerca de la superficie" y ha descrito que para su recuperación, como en cualquier cerámica, ha sido "crucial" el proceso de desalinización para "eliminar la sal en los poros de la cerámica".

Las excavaciones donde se han hallado las piezas, otra de las cuales está en proceso de restauración, han puesto también al descubierto tramas urbanas de dos ciudades superpuestas y la posibilidad de una tercera más profunda.

"Se trata de la trama de una ciudad de la época ibérica que, si nos atenemos a los hallazgos encontrados en la necrópolis, podría ser del siglo VI a.C y ha tenido una evolución hasta llegar a la época romana con una vida que se prolonga hasta el siglo X", según Aparicio.

La ciudad íbera oculta bajo tierra ocupa una superficie de 100.000 metros cuadrados de extensión entre dos barrancos en una ladera de una montaña de Moixent y apenas se ha descubierto una pequeña parte tanto de la trama urbana como del cementerio.

Para Aparicio se trataría de una ciudad "que se parece mucho a los pueblos de hace 50 o 60 años, dedicados a la agricultura y la ganadería".

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