Robert Zoellick pide reformas rápidas en la eurozona

  • El presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, pidió reformas rápidas en la eurozona para hacer frente a la crisis de la deuda y criticó, en una entrevista que publica la revista alemana "Der Spiegel" en su edición de mañana, que los políticos europeos siempre reaccionen demasiado tarde.

Berlín, 17 jun.- El presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, pidió reformas rápidas en la eurozona para hacer frente a la crisis de la deuda y criticó, en una entrevista que publica la revista alemana "Der Spiegel" en su edición de mañana, que los políticos europeos siempre reaccionen demasiado tarde.

"Los políticos europeos siempre reaccionan un día demasiado tarde y prometen siempre un euro menos de lo que hace falta", dijo Zoellick en la entrevista con la revista alemana.

Zoellick agrego que hay suficientes propuestas para afrontar la crisis y que lo decisivo no es cual de esos modelos se asume sino que la decisión se tome rápidamente,

"No importa tanto cuál sea el modelo que los europeos asuman, pero tienen que decidirse por uno y hacerlo rápidamente", dijo Zoellick.

Hasta ahora, las inyecciones de liquidez del Banco Central Europeo (BCE) han logrado, según Zoellick, que en momentos críticos la presión baje pero que los problemas estructurales sigan sin resolverse.

Zoellick dijo además que entiende las reservas que hay entre la población alemana frente a las medidas de ayuda para los países en crisis pero advierte que "para ningún otro país una Europa próspera tienen tanta importancia y tantas ventajas como para Alemania".

Con respecto a las fórmulas concretas para enfrentar la crisis, Zoellick se pronunció en contra de la emisión de eurobonos pero destacó modelos alternativos como un posible pacto para la amortización de la deuda.

""Consideraría un error cubrir todas las necesidades financieras de la eurozona con eurobonos, eso reduciría el efecto de disciplina del mercado", dijo Zoellick, para luego recordar el modelo del pacto de amortización, propuesto en su momento por el Consejo Asesor de Economistas del gobierno alemán, los llamados "cinco sabios".

El objetivo del pacto sería reducir la deuda de los países que participen en el mismo por debajo del 60% del PIB, contemplado como límite de referencia en el Pacto de Estabilidad.

Los países que participen en el pacto tendrían que fijar en su legislación nacional un freno a la deuda, similar al contemplado en las constituciones de Alemania y España, y establecer una senda vinculante de consolidación fiscal.

A cambio de ello, a los países se les abriría la posibilidad de financiar parte de su deuda a través de un fondo de amortización común que los miembros del pacto garantizarían conjuntamente.

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