Rsc. El observatorio de rsc pide a la cnmv que exija el cumplimiento de la ley de economía sostenible a las empresas


La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) debe velar por el cumplimiento de la normativa vigente que, como en el caso de la Ley de Economía Sostenible, obliga a las empresas cotizadas a que desde el 6 de marzo voten en un punto separado del orden del día de la Junta de Accionistas su política de retribuciones, según a puesto de manifiesto Orencio Vázquez, coordinador del Observatorio de RSC.
Para Vázquez, la información aparecida en el diario El País, según la cual la CNMV permitirá que las juntas de este año no voten la retribución de los consejos ni los sueldos individualizados, sería similar a que “a alguien le pareciera lógico la falta de exigencia por parte de la Dirección General de Tráfico de cumplir con la reciente modificación del código de circulación que establece un límite de velocidad de 110 kilómetros hora”.
A su juicio, esta medida “beneficia intereses individuales en algunos casos en contra de los intereses de los accionistas y en ningún momento fomenta mayores estándares de transparencia en las empresas que cotizan en los mercados organizados” según ha señalado a Servimedia.
Además, considera que esta falta de transparencia “no ayuda a las empresas a atraer potenciales inversores y genera una sensación de inseguridad jurídica que no favorece la imagen del país”.
En cualquier caso, “las políticas retributivas de algunas compañías muestran una clara incoherencia con una estrategia de negocio sostenible y pueden dañar la reputación de la empresa y por tanto su valor de mercado”, reiteró.
Además, señaló que estas políticas, “auspiciadas por personas que en la mayor parte de los casos no participan significativamente en el capital de la compañía”, están generando procesos en contra de una correcta redistribución de la riqueza y cohesión social.
“El desequilibrio existente entre trabajadores de una misma empresa es cada vez mayor. Existe una clase privilegiada de trabajadores que llegan a percibir retribuciones por diferentes conceptos en algunos casos 1.000 veces superiores a los que percibe una masa crítica de trabajadores de las misma empresa y que residen en la misma ciudad, y la brecha es de 50.000 veces más si lo comparamos con trabajadores del grupo que residen en terceros países”, concluyó.

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