Rusia aboga por un equilibrio de intereses en torno al programa nuclear iraní

  • Moscú abogó hoy por un "equilibrio de intereses" en torno al controvertido programa nuclear iraní, cuando faltan cuatro días para que acabe el plazo que se dieron el G5+1 (Rusia, EEUU, Francia, China y Reino Unido, además de Alemania) e Irán para alcanzar un acuerdo.

Moscú, 21 nov.- Moscú abogó hoy por un "equilibrio de intereses" en torno al controvertido programa nuclear iraní, cuando faltan cuatro días para que acabe el plazo que se dieron el G5+1 (Rusia, EEUU, Francia, China y Reino Unido, además de Alemania) e Irán para alcanzar un acuerdo.

"La meta de los diplomáticos es (...) mostrar voluntad política para estar seguros de que el resultado se basa en un equilibrio de intereses y que no haya intentos en el último momento de poner algunas condiciones irreales", dijo el titular de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, tras reunirse con su homólogo saudí, Saud al Faisal.

El ministro se mostró convencido de que "todos los componentes de los acuerdos (nucleares) ya están sobre la mesa".

El jefe de la diplomacia rusa también señaló que "la calidad del compromiso es más importante que los plazos para alcanzarlo, aunque desde luego no se puede dilatar ese proceso de manera indefinida".

Los negociadores del G5+1 e Irán se han impuesto el 24 de noviembre como fecha límite para alcanzar un acuerdo que garantice que Teherán no fabrique armas nucleares.

Por su parte, el número dos de la cancillería rusa, Serguéi Riabkov, dijo a la agencia Interfax que de ser alcanzado un acuerdo con Irán éste sólo podría ser marco.

"Un acuerdo con Irán sólo será posible como acuerdo marco y entonces se requerirá tiempo para ultimar el anexo y ponerlo todo en el estado necesario", dijo.

Desde el pasado martes, los equipos negociadores de Irán y del G5+1 buscan en Viena un pacto que cierre una disputa nuclear que se prolonga ya 12 años.

La comunidad internacional teme que bajo el paraguas de un programa civil Irán ambicione un arsenal nuclear, algo que Teherán siempre ha negado, aunque en 2002 se supo que había desarrollado amplias actividades atómicas en la clandestinidad.

Pese a que las conversaciones se llevan a cabo con la máxima discreción, varias fuentes han apuntado que las negociaciones han encallado y no se han logrado avances.

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