Fráncfort (Alemania), 4 mar.- La compañía alemana de suministro energético RWE entró el año pasado en números rojos anuales, por primera vez desde hace más de 60 años, tras sufrir pérdidas en la generación de electricidad convencional en Europa.
RWE sufrió en 2013 una pérdida neta de 2.757 millones de euros, frente al beneficio de 1.306 millones de euros logrado en 2012, tras las depreciaciones en las centrales eléctricas convencionales -ante el auge de las renovables- y la caída de los precios.
La segunda compañía de suministro energético de Alemania dijo que "por primer vez desde la creación de la República Federal de Alemania (1949), hace más de 60 años, el consorcio de Essen tiene números rojos" por las pérdidas por depreciaciones de 4.800 millones de euros en las centrales eléctricas.
La ganancia operativa se redujo el año pasado en un 8,3 %, hasta 5.881 millones de euros, en comparación con 2012.
La facturación subió en el mismo periodo un 1,6 %, hasta 54.070 millones de euros.
"Nuestras centrales eléctricas de generación convencional ganarán menos los próximos años de lo que temíamos", dijo el presidente de RWE, Peter Terium, que también consideró posible tener que cerrar más centrales este año.
La generación de electricidad de RWE cayó el año pasado un 5 % (216.700 millones de kilovatios/hora) por la reducción de la capacidad de generación convencional.
La ganancia operativa de la generación eléctrica convencional cayó un 58 %, hasta 1.400 millones de euros.
RWE produjo en 2013 más electricidad de energías renovables que en 2012 y ayudó a la división de renovables RWE Innogy a incrementar el beneficio operativo el año pasado un 7 %, hasta 196 millones de euros.
Terium reconoció que RWE cometió errores y "entró tarde en las energías renovables, quizá demasiado tarde".
La ganancia de explotación de la división de gas y petróleo RWE Dea se redujo un 24 %, hasta 521 millones de euros, por los precios del petróleo más bajos y la debilidad del dólar.
El resultado de 2013 también recogió el efecto positivo de la sentencia arbitral en el proceso de revisión con la compañía rusa de suministro de gas Gazprom, que como consecuencia tuvo una elevada compensación.
La compañía alemana consiguió ya el año pasado el objetivo de realizar hasta finales de 2014 una contribución sostenible al beneficio operativo de 1.000 millones de euros mediante medidas de ahorro y aumento de los ingresos.
Asimismo RWE prevé que podrá lograr en total, como mínimo, 1.500 millones de euros en 2016, un año antes de lo previsto.
RWE anunció el año pasado que va a recortar 6.750 empleos hasta 2016, uno de cada diez, tras la caída del beneficio en las centrales eléctricas de generación convencional.
RWE, como su competidor E.on, afronta la caída del precio mayorista de la electricidad y del uso de capacidades en las centrales convencionales ante el auge de la demanda de energía ecológica.
La dirección y el consejo de supervisión de RWE propondrá en la próxima junta general de accionistas de abril el pago de un dividendo de 1 euro por acción, la mitad del monto repartido el año pasado, como ya se anunció en septiembre en vista del difícil entorno financiero.
Las acciones de RWE, que tiene un endeudamiento de 30.000 millones de euros, subían un 1,2 %, hasta 29 euros, en la Bolsa de Fráncfort hacia las 14.30 horas GMT.
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