Sánchez aprovecha la presidencia europea para acercar posturas con los empresarios

España está a las puertas de coger el testigo al frente de la presidencia del Consejo de la Unión Europea. Un evento que el Gobierno prepara con mimo desde hace más de un año y que, en el plano nacional, se verá empañado por la convocatoria de elecciones generales. No obstante, el Ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación se muestra determinado a desarrollar las líneas de actuación en las que han trabajado durante meses y que comparten puntos clave con la propuesta de los empresarios, encabezados por la patronal europea Business Europe. El sector empresarial y Moncloa han puesto el foco en la apuesta por la competencia, que vinculan directamente a la reforma del mercado eléctrico. Un acercamiento que deja fuera de juego a la formación de Alberto Núñez Feijóo, que a pesar de liderar las encuestas de cara al 23 de julio, se ha limitado a reprochar que el Gobierno les ha dejado al margen de la preparación de la presidencia, algo que niegan desde Exteriores.

Las líneas principales esbozadas este martes por José Manuel Albares recuerdan mucho al listado de prioridades que fijaron hace apenas dos semanas los representantes de las patronales europeas en Madrid. Fuentes próximas al ministro de la Unión Europea confirman a La Información que hay una clara sintonía entre los puntos destacados por los empresarios y los que el Gobierno considera como prioritarios, sobre todo en lo referido a la competencia. Esta coincidencia no es menor, dado que dentro de este marco se englobarán las políticas más ambiciosas del semestre europeo, las que buscan hacer frente a las consecuencias económicas de la guerra de Ucrania para que Europa no se quede atrás frente a otros competidores internacionales como Estados Unidos o China.

Esta puede ser una oportunidad de oro para el ala socialista del Gobierno para marcar un perfil más favorable al entorno empresarial español, frente a las salidas de tono de algunos de sus socios de gobierno, que han señalado directamente a empresarios, por nombre y apellidos. El PSOE asume así un perfil más institucional que se ve reforzado por el protagonismo de los ministros en los primeros puestos de la lista del Congreso por Madrid y el rol que se busca dar a la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, ha rechazado concurrir en las listas para conservar su perfil independiente.

Albares ha destacado que la presidencia rotatoria del Consejo de la UE "se ha diseñado por parte del Gobierno como un auténtico proyecto de país" y que por ello han buscado tener en cuenta las aportaciones que pudieran hacerse desde el ámbito social. "Hemos querido dar voz a la sociedad civil, se ha creado un foro que incluye a sindicatos, patronal, la ONCE, youtubers, deportistas", ha explicado el ministro, del que en los próximos días saldrá un informe que recogerá sus ideas y opiniones.  Con independencia de las líneas que se fijen en este documento, los empresarios ya entregaron en mano a la vicepresidenta segunda del Gobierno las líneas consensuadas con sus colegas europeos, sin embargo, fuentes de CEOE sostienen que no han obtenido respuesta por parte del Ejecutivo. 

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, hará público este jueves el listado de prioridades, por lo que el ministro de Unión Europea no ha querido ahondar en esta cuestión, pero sí ha situado las conversaciones para conseguir la paz en Ucrania y las negociaciones para agilizar la incorporación de este país a los 27, en un lugar destacado. Mientras que el segundo bloque se refiere a los ciudadanos, las empresas y la competitividad. Albares ha explicado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de este martes que la presidencia sueca deja 360 expedientes legislativos, de los que 120 son prioritarios, como la reforma del mercado eléctrico, las reglas de gobernanza económica o las políticas relacionadas con los fondos Next Generation. 

Albares acusa al PP de querer estar desinformados

Esta sintonía con los empresarios puede ser especialmente interesante en el contexto electoral en el que se desarrollará la presidencia española del organismo -aunque todavía está por ver si además de compartir objetivos a grandes rasgos, coinciden en los pasos a dar para conseguirlo- ya que nada más comenzar el semestre podría darse un relevo al frente del Gobierno de España. El Partido Popular denuncia haber sido dejado al margen del diseño de la presidencia, sin embargo, el ministro de Unión Europea señala directamente a los 'populares' por haber querido estar desinformados. Moncloa defiende que se ha tenido en cuenta a "todas las formaciones políticas" en esta planificación, como a su parecer, demuestra la visita del ministro a la Comisión Mixta para la Unión Europea. 

El entorno de Albares recuerda la ausencia de los eurodiputados del PP en la reunión que mantuvo el ministro con los representantes españoles en Estrasburgo y admite que algunos políticos europeos han trasladado su preocupación por el cambio de signo que podría experimentar el Gobierno en los próximos meses, si se cumplen los indicios que reflejan todas las encuestadoras privadas. En el ámbito europeo, trasladan fuentes de Exteriores, están especialmente incómodos por el papel que podría jugar la incorporación de Vox al Ejecutivo, porque "España no es cualquier país" dentro de los 27. Desde Moncloa expresan su confianza en recibir el respaldo de las urnas para revalidar el Gobierno y recuerdan que el nuevo Ejecutivo no se podría distanciar de los compromisos económicos acordados con Bruselas, dado que esto conllevaría sanciones y retrasos en las transferencias de los fondos, como ya ha ocurrido en Polonia y Hungría. 

Desde el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación restan importancia al hecho de que las elecciones generales coincidan con el inicio del semestre y ponen como ejemplo la presidencia francesa en la que se celebraron tres elecciones, que tildan de "exitosa". Albares ha defendido que existen varios casos previos y que por ello no suscita resquemor entre los líderes europeos. "El único riesgo que existe es que alguien quiera politizar una política de estado", ha apuntado, al tiempo que ha recalcado que los esfuerzos del Gobierno se han encaminado precisamente en esa dirección, que sea un proyecto de país y que lo contrario sería "un fracaso para España y para Europa en momentos muy difíciles".