Santander reorganiza su negocio de capital riesgo

  • La entidad ha dado definitivamente de baja a su segundo fondo de infraestructuras, que estaba llamado a contar con 1.500 millones de euros, y sus rivales están al acecho de que ponga en venta también los activos del primer vehículo que creó.
Ruth Ugalde
Ruth Ugalde

Un mes después de aprobar la liquidación del fondo Santander Infraestructuras II, la entidad ha dado de baja el vehículo ante el supervisor de la bolsa (CNMV). Creado hace tres años con el objetivo de convertirse en uno de los mayores brazos inversores del mundo, con un capital comprometido de 1.500 millones de euros, la crisis financiera y la necesidad del banco dirigido por Emilio Botín de concentrar esfuerzos han hecho inviable seguir con este fondo.

Pero su cese definitivo es sólo la punta del iceberg de los cambios que se están viviendo en la divisón de capital riesgo de la entidad. Al cierre del segundo fondo de infraestructuras le ha seguido el nombramiento de Carlos Doussinague Méndez, director del extinto vehículo, como consejero de Santander Private Equity I, el fondo de fondos de capital riesgo de la entidad.

Se da la circunstancia de que el banco también intentó replicar esta apuesta con un segundo vehículo, Santander Private Equity II, pero como ha terminado ocurriendo con Infraestructuras, tuvo que echar el cierre antes de tiempo. Fue en septiembre de 2008 cuando se supo que la entidad lo había dado de baja debido a la falta de interés de los inversores. Entonces ya se especuló con la posibilidad de que sus vehículos de Infraestructuras siguieran el mismo camino, pero el banco negó la mayor.

Sin embargo, tras mucho remar contracorriente, lo inevitable ha ocurrido y en el mercado se da por hecho que el castillo de naipes seguirá echando cartas abajo. Fuentes consultadas por lainformacion.com aseguran que el siguiente paso de Santander será poner en venta los activos que posee en el primer fondo de infraestructuras. "Tras haber cerrado el segundo fondo, carece de sentido seguir en este mercado, lo lógico es que también vaya liquidando poco a poco Santander Infraestructuras I con la venta de activos".

La joya de la corona de este primer vehículo, que levantó en 2004 con 185 millones, es Thames Water, una empresa británica de aguas, que podría definirse como el Canal de Isabel II inglés. Otro de sus principales activos es Cory Environmental, empresa de servicios que, en el pasado, despertó el interés de gigantes como Ferrovial.

Más inmediatas parecen ser las ventas del grupo sanitario Aguas Nuevas y de las concesionarias chilenas Autopista Central y Rutas del Pacífico, ambas propiedad del extinto Santander Infraestructuras II. Por la primera, el fondo desembolsó 230 millones hace apenas un año y ahora intentará recuperar esta inversión con el proceso formal de venta que tiene abierto. Según la prensa local, Aguas Nuevas ha despertado el interés de la japonesa Marubeni, propietaria de una empresa rival en el país andino. Según las mismas fuentes, el objetivo del banco es tener cerrada la desinversión para primavera.

En la adquisición de Autopista Central y Rutas del Pacífico, Santander Infraestructuras II fue de la mano de Abertis. Juntos desembolsaron 728 millones de euros, de los cuales, el banco aportó 308 millones. Esta alianza y sus respectivos pactos de accionistas obligan a la entidad a pedir permiso a la empresa catalana para poder sellar cualquier tipo acuerdo de venta.

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