Lisboa.- Portugal Telecom (PT) mantiene silencio sobre la posible venta del 30% de Vivo a Telefónica cuya oferta, que el consejo de administración de la empresa lusa volverá a analizar este jueves, concluye dentro de 48 horas.
Fuentes del mercado dan por seguro que en la agenda de la reunión del consejo de administración de PT prevista para este jueves está la venta de la participación en Vivo a la empresa española, aunque no hay indicios de que pueda surgir alguna novedad en la cuestión.
La última oferta de Telefónica para hacerse con el control total de Vivo es de 7.150 millones de euros y extraoficialmente se ha informado de negociaciones con PT en busca de una solución después de que el Gobierno portugués vetase la operación con su "acción de oro" en la compañía.
Telefónica aumentó en dos ocasiones su puja por Vivo desde principios de mayo, pero la actual oferta, que expira este viernes, es la última, según ha declarado en España su presidente, César Alierta.
La propuesta de Telefónica es "impecable", aseguró ayer Alierta, al recordar que había sido aceptada por el 73,9% de los accionistas que votaron en la asamblea general de Portugal Telecom el pasado 30 de junio.
La voluntad de negociar que expresaron tanto PT como Telefónica tras el veto estatal cobró fuerza después de que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea considerase, la semana pasada, "ilegal" el uso de los derechos especiales del Gobierno portugués sobre la compañía lusa.
La oferta de Telefónica supone comprar el 50% que PT detenta de Brasicel, sociedad participada a medias por la empresa española y la portuguesa que es, a su vez, la propietaria el 60% del capital de Vivo.
El ministro de Obras Públicas y Comunicaciones luso, Antonio Mendonça, manifestó hoy que el Gobierno sigue "atento" a las negociaciones de PT y Telefónica y ha advertido de que puede volver a intervenir "en relación a los intereses vitales del país".
Mendonça consideró además que la sentencia del Tribunal de Justicia Europeo sobre la acción de oro en PT "no pone en duda la actuación del Gobierno portugués" y aseguró que al utilizar dicha acción el Estado defendió el "interés nacional".
El deseo de Telefónica de comprar a PT su parte de Vivo ha dado lugar en los últimos años a varios desencuentros entre ambas socias aunque sus relaciones atraviesan ahora el momento más tenso.
El pasado 6 de mayo la empresa española sorprendió a la compañía portuguesa al ofrecer 5.700 millones de euros por las acciones de Vivo, pero el consejo de administración de PT rechazó fulminantemente la operación.
Telefónica subió la oferta a 6.500 millones el 1 de junio y los directivos de PT optaron por convocar una asamblea de accionistas para decidir sobre la operación, aunque consideraron que el precio era bajo en relación al valor que Vivo representa para la compañía española.
Aunque los responsables de Telefónica aseguraron que esa era la última puja y no subirían el precio, pocas horas antes del inicio de la asamblea de accionistas elevaron la oferta a 7.150 millones.
Con esa suma la compañía española logró el respaldo mayoritario de los accionistas de PT, pero la operación fue vetada por el Gobierno portugués que, al ver el resultado de la asamblea, optó por recurrir a su acción de oro para que Portugal Telecom no salga de Brasil.
Tras la frustrada asamblea, Telefónica amplió del 2 al 16 de julio el plazo de vigencia de su oferta en un aparente intento de que las negociaciones con PT o la decisión de la Justicia europea sobre la acción de oro, emitida el pasado día 8, facilitaran la operación.
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