Río de Janeiro, 28 mar.- La Federación Única de los Petroleros (FUP), principal sindicato de trabajadores del sector en Brasil, presentó hoy una denuncia civil ante la Justicia en la que pide la cancelación de los contratos de la multinacional Chevron en el país por su responsabilidad en recientes vertidos de crudo.
La denuncia, presentada ante el juzgado 14 federal de Río de Janeiro, solicita la anulación de los contratos de concesión adjudicados a Chevron para explorar y explotar petróleo y gas natural en el país, explicó el sindicato en un comunicado.
En la misma petición, el sindicato solicita que se prohíba la operación en el país de la empresa Transocean, contratista de Chevron y propietaria de los equipos utilizados en las perforaciones en las áreas marinas en que se registraron los derrames.
La FUP alega que la Chevron "minimizó los accidentes, mintió a la sociedad e intentó culpar a la (petrolera estatal brasileña) Petrobras por el desastre ambiental que causó por pura ganancia y negligencia de la multinacional".
Agrega que los incidentes constatan las numerosas denuncias que la FUP ha realizado sobre "la negligencia de las multinacionales petroleras" en cuanto a la seguridad de sus operaciones en Brasil.
Según los sindicalistas, la legislación brasileña establece que las operaciones de exploración y explotación de petróleo tienen que ser antecedidas por estudios técnicos y planificaciones aprobadas por los órganos reguladores.
"En el caso de Chevron y de Transocean, los estudios técnicos incluían equipos inexistentes en el área", según el comunicado del sindicato.
La FUP también solicitó que las dos empresas sean condenadas a indemnizar al Estado brasileño por los daños ambientales causados.
Tanto Chevron como Transocean, así como 17 de los dirigentes de ambas empresas, fueron acusados penalmente la semana pasada por el Ministerio Público Federal por su responsabilidad en un vertido de 2.400 barriles de petróleo ocurrido en noviembre pasado y de otros derrames menores registrados este mes.
Dicha denuncia es analizada por el juez primero federal de la ciudad de Campos, que puede aceptarla o rechazarla.
Los vertidos ocurrieron en el Campo de Frade, una concesión que Chevron explota a unos 120 kilómetros del litoral del estado de Río de Janeiro.
Según los fiscales, al haber utilizado una presión exagerada para perforar el suelo marino, Chevron abrió una fisura de unos 800 metros por la que pueden producirse nuevos derrames.
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