Sindicatos dicen que cesta básica es 52% más cara de lo que afirma Gobierno

  • El ala opositora de la Confederación General del Trabajo (CGT) de Argentina dijo hoy que la cesta básica en el país es un 52 por ciento más cara que lo que afirman las estadísticas oficiales.

Buenos Aires, 7 ago.- El ala opositora de la Confederación General del Trabajo (CGT) de Argentina dijo hoy que la cesta básica en el país es un 52 por ciento más cara que lo que afirman las estadísticas oficiales.

El titular del sindicato de los repartidores de periódicos, Omar Plaini, dijo a la prensa que ésa era la diferencia entre los cálculos entre los gremios aliados a Hugo Moyano, líder sindical enfrentado con el Gobierno de Cristina Fernández, y las mediciones que realiza el Instituto de Estadísticas y Censos (Indec).

Según el último informe disponible del organismo oficial de estadísticas, la cesta básica de alimentos para un adulto fue en junio pasado de 220,6 pesos (48 dólares) mensuales, mientras que el valor de la canasta básica total -incluye algunos servicios- alcanzó a 487,85 pesos (106 dólares).

El mes pasado, Moyano había anunciado que los sindicatos que respaldan su liderazgo harían su propio índice de precios, para diferenciarla de la cuestionada medición de la inflación que hace el Indec.

Esos datos iban a difundirse hoy, pero Plaini dijo a los periodistas que las cifras de la inflación serán divulgadas más adelante.

Las estadísticas oficiales de inflación han sido fuertemente cuestionadas en Argentina desde enero de 2007, cuando se introdujeron cambios metodológicos en la medición que hace el Indec.

De acuerdo con los datos oficiales, en junio los precios al consumidor registraron un alza del 9,9 por ciento frente a igual mes de 2011, pero para las consultoras privadas la inflación fue del 23,96 por ciento.

Debido a esta brecha, los sindicatos se han regido hasta ahora por una denominada "inflación de supermercado" para negociar salarios, una medición no oficial, más cercana a los números de las consultoras privadas.

La CGT, la mayor central gremial de Argentina, formalizó el mes pasado su fractura con la reelección de Moyano como secretario general en unos comicios cuestionados por numerosos sindicatos integrantes de la confederación y que se mantienen como aliados del Gobierno de Cristina Fernández.

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