"Revisamos la perspectiva para reflejar nuestra expectativa de que los riesgos económicos y financieros para la solvencia del Gobierno de China están aumentando gradualmente", indicaron los analistas de S&P.
La agencia ha decidido mantener su calificació para la deuda china tras constatar que la agenda de reformas de Pekín busca impulsar la resiliencia económica y fiscal de la economía, mejorando la gobernanza de las empresas públicas.
En cuanto a la evolución de la segunda mayor economía mundial, S&P prevé que el PIB de China crezca a un ritmo del 6,3% este año y del 6,1% en 2017, para mantener una expansión anual del 6% en 2018 y 2019.
Entre 2016 y 2019, la agencia prevé que el Gobierno logre mantener el desequilibrio negativo de las cuentas públicas por debajo del 3%, mientras que espera un aumento anual de la deuda de entre el 3% y el 4%.
De este modo, la deuda pública neta de China, que cerró 2015 en el 41%, crecerá gradualmente hasta el 42,1% este año y el 42,9% en 2017, desde donde bajará al 42,8% en 2018 y al 42,5% en 2019.
A raíz de la revisión de la perspectiva de China, la agencia ha recortado a negativa desde estable la perspectiva del rating 'AAA' asignado a la deuda a largo plazo de la región administrativa especial de Hong Kong.
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