La agencia de calificación crediticia Standard & Poor's ha confirmado la nota de solvencia a largo y corto plazo de España, actualmente situadas en 'AA' y'A-1+' respectivamente, por las reformas estructurales y la consolidación presupuestaria, aunque mantiene la perspectiva negativa del rating.
"Los ratings de España reflejan los beneficios de una economía moderna y relativamente diversificada, así como nuestra opinión respecto a la continuada resolución política del Gobierno para afrontar los desafíos pendientes como refleja la significativa aceleración desde 2010 de la consolidación presupuestaria y de las reformas estructurales", destaca Marko Mrsnik, analista de crédito de S&P.
No obstante, el analista de S&P advierte de que los ratings de España continuarán bajo presión por varios motivos: el elevado endeudamiento privado, los desafíos a la competitividad de la economía, los persistentes problemas en el mercado laboral y la débil posición financiera neta exterior de la economía.
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