S&P rebaja la calificación de la banca española y la pone al nivel de México o Corea

  • Standard & Poor's (S&P) ha rebajado la calificación de la banca española en su conjunto por el riesgo económico de España, ya que considera que la merma de su previsión de crecimiento, la depresión del sector inmobiliario y la turbulencia de los mercados de capitales impactarán en las entidades en los próximos meses. De hecho, estima entre 296.000 y 313.000 millones los activos problemáticos -activos inmobiliarios adquiridos y adjudicados, depreciaciones acumuladas y créditos morosos- que ha generado el sector.
S&P rebaja la calificación de la banca española y la pone al nivel de México o Corea
S&P rebaja la calificación de la banca española y la pone al nivel de México o Corea
EP

Ahora ha sido en bloque. Standard & Poor's (S&P) ha rebajado la calificación de la banca española en su conjunto por el riesgo económico de España, ya que considera que la merma de su previsión de crecimiento, la depresión del sector inmobiliario y la turbulencia de los mercados de capitales impactarán en las entidades en los próximos meses.

De momento, estima entre 296.000 y 313.000 millones los activos problemáticos -activos inmobiliarios adquiridos y adjudicados, depreciaciones acumuladas y créditos morosos- que ha generado el sector durante los años de recesión.

La agencia de calificación crediticia ha bajado la nota al sistema financiero español desde el grupo '3' al grupo '4' dentro de su escala del uno al diez (cuanto más alto, más débil) que mide la fortaleza del sector financiero en función del riesgo país, Bicra por sus siglas en inglés (Banking Industry Country Risk Assessment).

El sistema financiero español se encuentra en la misma categoría que el de países como la República Checa, Israel, Corea, México y Eslovaquia.

Este recorte también se ha extendido a 15 entidades, entre ellas las dos más poderosas del país: Santander y BBVA. En ambos casos, la agencia de calificación ha recortado su rating en un escalón, situándolo en 'AA-' desde 'AA'.

Asimismo, ha recortado el rating de Ibercaja, desde 'A' a 'A-', con perspectiva 'negativa', y le ha asignado la misma calificación a su recién creada filial bancaria. En esta misma línea, ha decidido rebajar la nota de Bankinter y de Sabadell desde 'A' a 'A-', también con perspectiva 'negativa'.

S&P también ha acordado en el caso de la Kutxa y BBK una rebaja de sus calificaciones desde 'A' a 'A-' y con esta decisión retira la nota de la Kutxa del proceso de revisión para una posible rebaja y lo sitúa simplemente en revisión, en la que ya se encontraba la de la BBK.Por otra parte, ha mantenido la calificación 'A+' de Caixabank, 'A-' de la Caixa, 'A-' de Bankia y 'BBB-' de Banco Financiero y Ahorros (BFA), pero cambia la perspectiva de sus calificaciones desde 'estable' a 'negativa'.

En el caso del Banco Popular, Standard & Poor's ha decidido situar su actual calificación 'A-' en vigilancia con implicaciones negativas. Por último, la agencia de calificación también ha recortado desde 'A' a'A-' el 'rating' de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), con perspectiva negativa.

Las razones de la agencia

La corrección de los desequilibrios en España seguirá teniendo un impacto negativo en los perfiles financieros de los bancos españoles en los próximos quince a dieciocho meses, "lo que supone más tiempo de los tres años en los que esperábamos que el sector financiero absorbiera el impacto del ciclo económico a la baja", argumenta S&P.

La firma dice que las perspectivas de crecimiento de la economía española son limitadas, lo que estrangula la posibilidad de un rebote del sistema financiero a corto plazo. El PIB crecerá entre un 0,8% y un 1,0% en 2011 y 2012, respectivamente.

La atonía de la actividad en el sector inmobiliario hará que la banca acumule mayores existencias de activos problemáticos durante 2012 y los primeros meses de 2013, al tiempo que afrontará mayores obstáculos para su venta.

"Esto a su vez restringirá la capacidad de los bancos para dedicar recursos del ladrillo a otros sectores de la economía, lo que apagará la recuperación económica", vaticina S&P.

Por otro lado, apunta que pese a la tendencia a la baja en el déficit por cuenta corriente, España se mantiene vulnerable a los flujos de capital, dada la persistencia de la volatilidad en los mercados y la aversión al riesgo de los inversores.

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