La deuda española es mejor que la de Italia y Japón y empata con la belga

  • La última víctima de las grandes agencias de rating ha sido la deuda de Italia, que, desde ayer, tiene peor nota que la española. Y no es la única: las deudas de Grecia, Irlanda, Portugal, Islandia y Japón también tienen una calificación más baja. Con Bélgica, en cambio, estamos empatados.
Ana P. Alarcos

Ni las presiones del mercado, ni las advertencias de los organismos internacionales de acelerar las reformas. Nada parece echar por tierra los argumentos de España S.A. para justificar que su deuda es solvente y que, de momento, no ha perdido atractivo para los inversores.

¿Los motivos? Además de que el Tesoro no tiene problemas para encontrar financiación, son varios los países que tienen una calificación crediticia inferior a la nuestra, como es el caso de Japón, que ha sido durante décadas la segunda potencia mundial y y está viviendo un 2011 especialmente duro a consecuencia del tsunami.

Además, para Standard&Poor's, Moody's y Fitch, las grandes agencias de rating, la deuda española está al mismo nivel que la de Bélgica, a la que otorgan una calidad media/alta, algo así como un notable.

En concreto, Moody's califica a la deuda española con la segunda nota más elevada posible (llamada Aa), igual que Standard&Poor's (aunque esta agencia la denomina AA). En cambio, Fitch le otorga una AA+, que está un escalón por encima de las calificaciones anteriores.

Es cierto que estas notas no son las más altas de la clase (Alemania, Francia y Dinamarca, entre otros, conservan la matrícula de honor), pero tampoco son las peores. De hecho, las calificaciones de Grecia, Irlanda, Portugal, Italia, Finlandia y Japón están por debajo.

Ahora bien, de todos ellos, la deuda helena es la que cuenta con un suspenso más claro para las tres agencias de rating, que han dejado su nota en el nivel de bono basura (Fitch y S&P en CC y Moody's en Ca, concretamente, ). Esto significa que no confían en la solvencia del país, ni en la calidad de su deuda. Y, con la bajada de rating, se aseguran de que el mercado va a tener en cuenta sus impresiones.

Después de Grecia, los dos países que despiertan más recelos entre las agencias son Islandia y Portugal. La deuda del país del norte de Europa tiene un aprobado raspado para Moody's (Baa) y S&P (BBB-), aunque, para Fitch tiene BB+, una nota que está considerada como especulativa o basura. En cambio, la deuda lusa aprueba por los pelos según S&P y Fitch (tiene un BBB-), aunque, para Moody's, no llega a la nota de corte (Ba).

El otro país rescatado, Irlanda, también suspende en el ranking de Moody's y, al igual que Portugal, tiene una Ba. No obstante, Ficth y S&P le otorgan una calificación ligeramente superior a la lusa. En el caso del tigre celta, la calificación es de BBB+, lo que significa que no es susceptible de nuevos recortes a corto plazo.

Al margen de estos países, cuya deuda tienen una calificación media/baja, las agencias de rating ven con peores ojos a Italia y Japón que a España.

Y es que tanto la deuda transalpina como la nipona tienen un aprobado alto, frente al notable español. Y eso que Italia es la tercera economía de la Unión Europea, un puesto más que España, y que Japón ha sido durante décadas la segunda potencia mundial.

Aun así, sus notas son inferiores. De hecho, Moody's otorga a Italia una AA, frente a la AA- que le da Fitch y a la A de Standard&Poor's, que ayer mismo decidió recortar un escalón la nota de la deuda transalpina. Además, la misma firma salió en defensa de España para asegurar que nuestro país ha aguantado mejor que nuestro vecino mediterráneo la tormenta de verano que ha vivido el mercado.

Por otro lado, todas las agencias están de acuerdo en el caso nipón: su deuda tiene un aprobado alto o, lo que es lo mismo, una AA-.

Pero aún hay un último ejemplo que demuestra que la deuda española no está tan mal como creen muchos. Y es que nuestra deuda está empatada con la belga. Si España tiene dos notables y un notable alto, Bélgica tiene dos notables altos (Moody's y Ficth le otorgan una AA+) y otro bajo (S&P le da un AA-).

¿Qué implica una rebaja de rating?

Que una agencia baje la calificación de la deuda de un país significa que, a ese estado, le va a costar más caro financiarse. El motivo es que cuanto peor valorada esté la nota de la deuda de un país, más intereses le pedirán los inversores por comprarla, a modo de garantía.

Y este proceso se traslada a las empresas privadas de dicho estado, que operan bajo el paraguas de su país de origen, así como a los ciudadanos de a pie.

 Por eso, todos los movimientos de Moody's, Standard&Poor's y Fitch preocupan a países e inversores, y no suelen ser bien acogidos por el mercado. Y más en nuestros días, donde las rebajas de calificación se están mezclando con los problemas de la eurozona y la ralentización económica de las grandes potencias.

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