Tabaco. El comité anti tabaquismo tacha de "chapuza" los habitáculos de la hostelería

El Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), que agrupa a 40 sociedades científicas y asociaciones del ámbito sanitario, calificó este lunes de "chapuza" la propuesta de crear zonas para fumar en el sector de la hostelería, aunque no tengan servicio de camareros en su interior.
La idea de instalar habitáculos sin servicio de restauración en la hostelería para que puedan fumar en ellos los clientes parte de los hosteleros, que la propusieron recientemente en el Congreso de los Diputados, y cuenta con el respaldo del Grupo Popular.
A juicio del CNPT, esta propuesta es "una chapuza, además de un paso atrás en el objetivo de que España entre a formar parte del grupo, ya numeroso, de países con una normativa eficaz para proteger a los fumadores pasivos".
En el CNPT se arguye que existen multitud de razones de salud, operativas y económicas para rechazar esta "propuesta irresponsable de las organizaciones de hostelería, que en realidad sólo beneficia a la industria tabacalera".
Desde el lado de la salud, argumenta el comité, hay dos principales razones para oponerse a la medida. La primera es que por norma general las puertas de estos habitáculos (como los definen sus promotores) están abiertas, lo que implica que la contaminación se difunde por todo el local, sometiendo a trabajadores y clientes a la exposición al humo de tabaco incluso si no frecuentan este espacio.
El otro argumento para no aceptar los fumaderos es que "generan un pésimo modelo educativo para los menores de edad, pues contribuirían a mantener la normalidad social del consumo de tabaco".
Pero además de las concernientes a la salud, el comité anti tabaquismo ve razones "operativas y prácticas" para que los diputados españoles que trabajan en la elaboración de la nueva normativa sobre el tabaco se opongan a esta sugerencia de los hosteleros.
Así, dice, la idea de instalar habitáculos en bares y restaurantes merma la eficacia de la ley como herramienta de salud pública, mantiene un elemento de confusión y de incumplimiento (incluso si son pocos los locales que lo ponen en práctica) y ofrece una excusa perfecta para solicitar moratorias que den tiempo a la adaptación, "e incentivan la picaresca a fin de burlar la ley".
Todo esto, unido a la experiencia de países vecinos como Francia e Italia, donde estas áreas "han fracasado", no dejan lugar a dudas sobre el camino por el que deben optar los legisladores españoles, concluye el CNPT.