Talisman, una compañía aquejada de mala imagen y gestión pero con potencial

  • Talisman Energy, la compañía canadiense por la que Repsol pagará 8.300 millones de dólares y asumirá una deuda de 4.700 millones de dólares, es una de las principales petroleras del país con un pasado complicado.

Julio César Rivas

Toronto (Canadá), 16 dic.- Talisman Energy, la compañía canadiense por la que Repsol pagará 8.300 millones de dólares y asumirá una deuda de 4.700 millones de dólares, es una de las principales petroleras del país con un pasado complicado.

La empresa fue creada en 1992 a partir de las operaciones de British Petroleum (BP) en Canadá y experimentó un rápido crecimiento inicial gracias a la adquisición de pequeñas compañías que operaban en ese país y en áreas como Indonesia y el Atlántico Norte.

Pero fue a partir de 1998 cuando el nombre de la compañía saltó a las portadas de los periódicos de todo el mundo con la compra de Arakis Energy, una empresa que operaba en Sudán.

Talisman, junto con otras compañías petroleras, fue acusada por organizaciones de derechos humanos de contribuir a la prolongación de la guerra civil en Sudán, algo que fue confirmado por un informe encargado por el Gobierno canadiense en el año 2000.

El informe indicó que Talisman cerró sus ojos a la situación en Sudán para continuar explotando un rentable yacimiento petrolífero, y que una de sus pistas de aterrizaje fue utilizada por la aviación militar sudanesa en sus ataques a la población civil.

Sin embargo, el informe también exoneró a Talisman de ayudar de forma activa en los crímenes cometidos por las fuerzas gubernamentales.

Talismán respondió con la implementación de un programa de auditoría anual para verificar el cumplimiento de sus obligaciones de responsabilidad corporativa y, en 2003, se desprendió de sus activos en Sudán.

En 2010, las actividades de la empresa canadiense saltaron de nuevo a los medios de comunicación cuando indígenas achuar del Amazonas peruano reclamaron el cese de las actividades de la petrolera en su territorio tradicional, en la provincia Datém del Marañón, por el daño medioambiental que estaban causando.

Pero a diferencia de lo sucedido en Sudán, ejecutivos de Talisman se reunieron en Calgary (Canadá) con una delegación de los achuar y en 2012, tras dos años de campañas internacionales, la compañía anunció el cese de sus actividades de exploración en la cuenca del Marañón, en el norte de Perú.

Últimamente, los problemas de Talisman han sido más de gestión que de imagen.

En 2012, la compañía se deshizo de su consejero delegado, John Manzoni, que había asumido el puesto en 2007, y, desde entonces, ha funcionado con Hal Kvisle como su máximo ejecutivo de forma provisional.

Manzoni fue reemplazado en parte por su incapacidad para resolver el problema de Talisman en el Atlántico Norte, donde en 2012 el coste de las operaciones era de 100 dólares por barril y tenía unas responsabilidades legales de más de 300 millones de dólares al año en caso del cese de la producción.

En octubre de este año, Kvisle anunció que abandonaría la dirección de Talisman a finales de 2014, sin haber resuelto totalmente los problemas en el Atlántico Norte, donde la empresa opera en conjunción con la china Sinopec, cuando el precio del petróleo se está desplomando en los mercados internacionales.

Como consecuencia de la situación en los mercados internacionales y los problemas internos de gestión, las acciones de Talisman han perdido más de un 75 % de su valor desde 2011, y un 50 % desde el inicio del año.

A pesar de estos problemas, Claudia Cattaneo, una conocida comentarista económica de Calgary, la capital petrolera de Canadá, considera que, en estos momentos, la adquisición de Talisman por parte de Repsol no es la mejor opción para la compañía canadiense.

"Aunque Talisman está a la baja, no está ni muchísimo menos acabada, y su consejo debería esperar a mejores opciones en vez de vender en medio de una masiva corrección del precio del petróleo", a la vez que deja a Canadá sin otra "compañía nacional e independiente de energía", escribió este lunes Cattaneo en el "Financial Post".

La experta apoyó su opinión con los informes de analistas económicos norteamericanos que, en las últimas semanas, han señalado que aunque Talisman está sufriendo de una mala gestión, la compañía tiene "un valor no explotado en muchos de sus activos" y que, "bajo la gestión adecuada, podría prosperar".

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