Temor a protestas electorales pone en guardia a radicales y seguridad en Irán

  • El temor a protestas contra el régimen en los comicios presidenciales en Irán del próximo 14 de junio ha llevado a los políticos más radicales y a los servicios de seguridad a advertir de que tomarán medidas firmes contra la sedición.

Chema Ortiz

Teherán, 14 abr.- El temor a protestas contra el régimen en los comicios presidenciales en Irán del próximo 14 de junio ha llevado a los políticos más radicales y a los servicios de seguridad a advertir de que tomarán medidas firmes contra la sedición.

Desde hace meses, el líder supremo, ayatolá Ali Jamenei, la Policía, el Ministerio de Inteligencia y los Voluntarios Islámicos (Basij) insisten en que actuarán con contundencia si se reeditan los disturbios ocurridos tras las denuncias de fraude en los comicios de 2009, que ganó el actual presidente, Madmud Ahmadineyad.

Si hace cuatro años el peligro de sedición, según la terminología oficial, vino del sector reformista islámico, ahora causa temor el entorno de Ahmadineyad, descalificado por los ultraconservadores del sector de Jamenei, que le acusan de poner en duda la primacía religiosa.

Ahmadineyad ha intensificado sus apariciones públicas y se ha esforzado en promocionar a su principal asesor y delfín, Esfandiar Rahim Mashaei, bestia negra del poderoso clero musulmán chií, que lo ha estigmatizado reiteradamente y lo considera un hereje por sus posturas de apertura social.

Esta semana, Ahmadineyad ha acudido a sus actos públicos con la compañía ocasional de Mashaei, con quien compartió protagonismo el viernes en la ciudad de Semnan y le entregó, frente a un nutrido auditorio, la bandera de Irán como símbolo de continuidad, aunque no ha anunciado oficialmente su candidatura.

En ese mismo acto de masas Ahmadineyad repitió sus llamamientos a que "todos los candidatos de las distintas tendencias" deben poder presentarse a las elecciones, ante el fundado temor de que el poderoso Consejo de los Guardianes, con capacidad de veto, rechace a Mashaei.

Alguno de los doce clérigos y jurisconsultos chiíes de alto rango que componen el Consejo de Guardianes ha llegado a decir de Mashaei que está "poseído por los demonios" y Jamenei lo cesó como vicepresidente primero en 2009, tras una semana en el cargo, por lo que difícilmente conseguirá el plácet como candidato.

En declaraciones a Efe, un diplomático europeo retirado, que pidió no ser identificado, afirmó que Mashaei no será admitido como candidato: "Al poder religioso no le preocupa nada la imagen que pueda dar del país. Mashaei no será candidato".

Sin embargo, un embajador latinoamericano, que también quiso quedar en el anonimato, apuntó que Mashaei "podría pasar el filtro de los Guardianes, ya que, al parecer, Ahmadineyad los ha presionado y amenazado con desvelar sus trapos sucios y para evitar un enfrentamiento directo dentro del poder".

Otro diplomático europeo, destinado actualmente en Irán, también manifestó sus dudas de que a Mashaei le permitan ser candidato y apuntó: "El peligro esta vez es mayor que en 2009, ya que los que se pueden enfrentar son dos sectores con fuerza del régimen".

La misma fuente recordó que, esta semana, el jefe de la fanatizada milicia de Voluntarios Islámicos (Basij), Mohamad Reza Naqdi, ha asegurado que puede haber "asesinatos sospechosos" en el periodo electoral y que esa frase "podría ser una amenaza de atentar contra candidatos, en especial Mashaei".

La tensión crece de cara al periodo de inscripción de candidatos, del 7 al 11 de mayo, tras el que el Consejo de Guardianes tiene el derecho legal a decidir quiénes son los idóneos y quiénes se quedan excluidos.

En todo caso, el sector de Ahmadineyad tiene un aspirante anunciado, previsiblemente admisible para el clero, para el caso de que Mashaei fuera rechazado, el ministro de Carreteras y Urbanismo, Ali Nikzad.

También el sector "moderado", cercano al ex presidente Ali Ahbar Hashemi Rafsanyani, tiene el suyo, el ex negociador nuclear y ex secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional Hasan Rohani, quien confirmó su candidatura esta semana.

En el campo reformista, de nuevo esta semana han pedido al ex presidente Mohamad Jatami que se presente a las elecciones, aunque la mayoría del movimiento propugna el boicot mientras sus principales líderes y candidatos en 2009, Mehdi Karrubi y Mir Husein Musavi, sigan en prisión domiciliaria, incomunicada y sin juicio.

Los que aún no tienen un candidato claro y sí muchos en disputa son los ultraconservadores islámicos principalistas, que esperan ganar las elecciones, pero no se ponen de acuerdo en elegir a un aspirantes de consenso, como les ha pedido Jamenei.

Con la oposición no religiosa proscrita, los reformistas prácticamente excluidos y de confirmarse la marginación del entorno de Ahmadineyad, las próximas presidenciales serían los comicios más restringidos desde la implantación del régimen teocrático musulmán chií de la República Islámica de Irán en 1979.

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