Todos quieren enamorar a China para salir de la crisis económica

  • El gigante asiático no pasa por su mejor momento, pues "solo" crece un 7,6%. Pero esa cifra de la que China no se siente orgullosa es la más alta de todo el mundo, donde el crecimiento medio está en el 1,6%. Por eso cada vez son más los países de todos los continentes quienes buscan la amistad de este nido dorado.

Angela Merkel visita China por sexta vez (Getty Images)
Angela Merkel visita China por sexta vez (Getty Images)
Getty Images

Hace ya tiempo que Occidente empezó a echarle el ojo a la república comunista más grande del mundo para hacer negocio. La compañía de autobuses ALSA fue de las primeras empresas españolas en intuir el prometedor futuro de la tierra prometida de Oriente. Comenzó su andadura china en 1984; quince años más tarde España fundó su primera cámara de comercio china en Hong Kong.

Pero el comunismo chino tiene su propio estilo y cada vez son más las empresas y gobiernos de todo el mundo las que muestran interés en ese enorme territorio que acoge la mayor población del globo, con más de 1.343 millones de habitantes, según estimaciones de julio de este año realizadas por el World Factbook de la CIA.

El crecimiento económico de China ha perdido fuelle: en el segundo trimestre de este año creció un 7,6% del PIB frente al 9,6% del mismo periodo en 2011, según las estadísticas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). A pesar de que estas cifras sonarían a gloria en países como España donde hay que hablar del irónico concepto de "crecimiento negativo" del 1,3% (es decir, -1,3%), lo cierto es que el Gobierno de Wen Jiabao está preocupado por esta desaceleración (China ya no puede exportar tanto a la renqueante Unión Europea ni a EEUU).

"Para China es muy importante crecer por encima del 8%. Es lo que se entiende como un crecimiento que puede absorber a todos los inmigrantes que van del campo a la ciudad", explica José Luis García Tapia, uno de los mejores conocedores de China en España después de haber trabajado durante más de diez años en Pekín, Hong Kong o Taipei.

Alemania es la niña bonita de Europa para China

Con todo, el atractivo de China para sus posibles socios comerciales en vez de disminuir, no para de aumentar. La semana pasada la canciller alemana Angela Merkel visitó Pekín en busca de acuerdos comerciales para la industria germana y del favor de China para con la eurozona. Era su sexta visita oficial al gigante asiático y fue con la delegación más grande de la historia, que ocupó dos aviones de la Luftwaffe.

En este último viaje, la segunda economía del mundo (solo por detrás de EEUU) se comprometió a seguir comprando deuda a la maltrecha UE no sin dejar clara su "inquietud" por la situación actual en España e Italia. Merkel obtuvo también la compra de 50 Airbus por 2. 790 millones de euros.

Alemania es el principal socio europeo de China. En sus diez años en el poder, el primer ministro chino Wen Jiabao no se ha entrevistado con ningún otro mandatario occidental tantas veces como con la canciller alemana, indicaba Efe con motivo del último encuentro.

La fuerte industria automovilística germana ahora es parcialmente made in China. "Alemania tiene una cadena de montaje de Volkswagen en Shangai, Audi, BMW (…). Como no todo el coche se fabrica en China, hay muchas partes y piezas que se exportan de Alemania", añade José Luis García Tapia.

Egipto se suma para pedir trozos del pastel

Antes de la canciller alemana, fue el recientemente estrenado presidente egipcio quien acudió a pedir ayuda al nido de oro asiático. Mohamed Mursi no disimuló su especial interés en asociarse con China y reconoció que un progreso en sus relaciones era "de vital importancia" para la nueva etapa que se abre en su país.

El líder del Partido Libertad y Justicia de los Hermanos Musulmanes está interesado en todo un abanico de áreas: comercio, inversión, infraestructuras, agricultura y tecnología, según la agencia china oficial Xinhua. Wen Jiabao se comprometió a desarrollar las relaciones.

China intenta ampliar el mercado para vender sus productos ahora que la crisis económica en Europa y EEUU ha hecho que baje la demanda desde Occidente.

García Tapia explica además que China necesita materias primas e hidrocarburos "para mantener su crecimiento económico, algo que buscan en África y América Latina, además de algún país de Oriente Medio".

Pekín acogió este verano el V Foro de Cooperación Ministerial China-África, al que asistieron ocho países subsaharianos, Sudáfrica incluida. "África está en el primer estadio de industrialización, mientras China se encuentra en un momento crítico. Los dos tenemos puntos complementarios", dijo Lu Shaye, director del departamento de Asuntos Africanos del Ministerio de Asuntos Exteriores chino.

La inversión directa de China en el continente negro aumentó de 210 millones de dólares en el año 2000 a más de 1.500 millones de dólares en el año 2010, lo que convierte a China en el principal socio comercial de África, según la agencia Efe.

Por lo que respecta a Latinoamérica, el pasado junio Brasil y China firmaron un 'swap' (intercambio) crediticio en monedas locales equivalente a 30.000 millones de dólares para usarlo en momentos de crisis, recogía el Observatorio Iberoamericano de Asia-Pacífico.

"Buscamos la diversificación de la pauta comercial, pues China es nuestro principal socio,con más del 17% del comercio y una corriente de 77.000 millones de dólares, que se consolida cada vez más como uno de los grandes mercados mundiales y por eso las posibilidades son infinitas y se puede crecer mucho", dijo ministro brasileño de Hacienda, Guido Mantega.

Firmaron un 'Plan de Cooperación de diez años' para la cooperación comercial, de energética y de construcción, informó el Ministerio de Relaciones Exteriores chino.

No solo esto, sino que Wen Jiabao mantuvo una videoconferencia ese mismo mes también con Dilma Roussef, Cristina Fernández de Kirchner y el entonces presidente uruguayo, Fernando Lugo. Buscaban impulsar la relación del Mercosur con China, en un que se está mostrando recíproco.

El crecimiento de China triplica al de la primera economía mundial

La crisis económica en Occidente ha creado un efecto llamada hacia China de fácil explicación: la segunda economía del mundo crece muy por encima –aunque para el país sea poco- del resto del mundo. El 2,3% de crecimiento del Producto Interior Bruto en la primera economía mundial (EEUU) durante el segundo trimestre de este año está muy lejos del 7,6% chino.

La media de la OCDE tampoco es mejor: 1,6%. Esto sin contar con el nefasto dato de la Unión Europea, con un -0,2%.

Solo dos países además de China superan el 5% de crecimiento: Indonesia con un 6,4% y Chile con un 5,5%.

Derechos humanos sin avances

Sin embargo, los envidiables datos económicos de China no se reflejan en una mejora notable del respeto a los derechos humanos en ese país. Los opositores sufrieron en 2011 "una de las más duras campañas de represión desde las manifestaciones de 1989 en la plaza de Tiananmen", recoge el informe anual de 2012 de Amnistía Internacional.

Censura, intimidación, detenciones arbitrarias e ilegales y desapariciones forzadas de opositores, son los principales abusos citados por Amnistía.

No solo eso, asegura que China se aprovechó de su dominio económico para presionar a los países de "Kazajistán, Malasia, Pakistán y Tailandia para que expulsasen o entregasen a más de una decena de uigures a las autoridades chinas". Unas personas que, denuncia AI, corrían peligro de ser torturados o juzgados sin garantías entre otros abusos.

Human Rights Watch también ha denunciado el trato que reciben los trabajadores de las empresas que el país asiático extiende por África.

Los líderes mundiales que negocian con Wen Jiabao y Hu Jintao han hecho tímidos intentos de obtener adelantos en derechos humanos en China. Merkel, por ejemplo, intentó la semana pasada que China diera su brazo a torcer con Siria en el Consejo de Seguridad de la ONU para que al menos apoye sanciones al régimen de Bashar al Asad.

China busca tecnología europea y estadounidense

A mediados de julio fue Dinamarca quien firmó acuerdos de inversión en varios sectores por un total de 2.400 millones de euros. En esa ocasión fue el presidente Hu Jintao quien se acercó a Europa.

La compañía cervecera Carlsberg es una de las compañías danesas que invertirá en el gigante asiático. Pero también China está interesada en hacer compras fuera: la compañía eólica china Titan Wind ha adquirido una fábrica de la danesa Vestas.

Y es que Pekín también tiene interés en tecnología europea y estadounidense. China está invirtiendo en tecnología: ha comprado Volvo en Suecia y ha intentado comprar Saab. En España, el Gobierno le dijo que no le vendía la parte de Red Eléctrica Española que quería comprar", ejemplifica García Tapia, actualmente subdirector general adjunto de política comercial con países de Europa, Asia y Oceanía en el Ministerio de Economía y Competitividad.

Reducida presencia española

Hay "muy pocas" empresas españolas en China, según García Tapia, y lo achaca a unas "diferencias culturales bárbaras" (reflejadas en su libro Amarillo Pasión), administrativas, de inversión y funcionamiento… Sí da un consejo primordial si una empresa española se plantea abrirse al mercado chino: empezar siempre por Hong Kong, donde él fue consejero económico y comercial de la Cámara de Comercio Española.

Asegura que así lo hizo Zara: "estuvo analizando los gustos, las tallas, los colores, la forma de vestir de los hombres y mujeres, y cuando ya lo tenía claro y había contactado desde Hong Kong con empresas que le podían fabricar parte de su producción, dio el salto a Shangái y a Pekín".

En Hong Kong, Pekín y otras ciudades de nombres poco conocidos hay otros negocios desde hace ya más de un lustro: universidades estadounidenses y británicas de prestigio realizan intercambios con centros homólogos chinos. Hasta la Universidad de Sevilla se sube al carro y quiere abrir próximamente una sede permanente en la provincia de Mianyang, según el Diario de Sevilla. Pero en 2013 será la New York University (NYU) la que dará el gran salto al ser la primera en abrir la primera universidad conjunta China-EEUU.

La segunda economía del mundo (cuyo PIB crece a más del triple que la primera), con la mayor población del mundo (238 millones por encima de la India) se deja querer por Occidente, África y América Latina. Y el mundo se rinde poco a poco a sus pies.

Sigue @maria_torrens

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