Toxo no seguirá al frente de CCOO y señala a Unai Sordo como sucesor

El secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, confirmó este sábado que no se va a presentar como candidato para un tercer mandato al frente del sindicato y señaló a Unai Sordo, secretario general de CCOO en País Vasco, como su sucesor.

En una rueda de prensa tras el Consejo Confederal de CCOO, uno de los órganos de dirección del sindicato, Toxo explicó que la propuesta de Sordo ha sido refrendada con 117 votos a favor, 6 abstenciones y ningún voto en contra.

En cuanto a su decisión de abandonar la dirección del sindicato, aseguró que se trata de “una decisión personal pero no por motivos personales”, ya que considera que es necesaria para concluir la transformación que lleva a cabo CCOO.

Además, Toxo, de 64 años, afirmó que “los tiempos exigen dirigentes de otra edad” y destacó que sordo tiene 20 años menos que él.

Por otro lado, se felicito de que “hemos logrado cohesionar el sindicato” por lo que sostuvo que “nos permite hacer este cambio en un momento dulce”, con “la afiliación al alza”.

Sobre la posibilidad de que haya más candidaturas, consideró que lo expresado hoy en el Consejo Confederal no parece apuntar a ello, aunque no lo descartó totalmente.

Si al final hubiera más candidatos, el XI Congreso Confederal, que se celebrará los días 29 y 30 de junio y 1 de julio, tendría que elegir nuevo secretario general.Fue elegido en 2008

Nacido en la localidad gallega de El Ferrol en 1952, Toxo fue elegido por primera vez secretario general de CC.OO. en diciembre de 2008, cuando le arrebató el cargo al entonces dirigente del sindicato, José María Fidalgo, por sólo 28 votos de diferencia.

En febrero de 2013 fue reelegido para un segundo mandato con el apoyo del 85,6% de los delegados asistentes al Congreso después de haber conseguido integrar a las distintas corrientes que existían en el sindicato.

En estos últimos cuatro años, el sindicato, con Toxo al frente, ha adelgazado su estructura, con la fusión de distintas federaciones sectoriales, y ha afrontado el escándalo de las tarjetas 'black' de Caja Madrid, en el que se vieron implicados seis de sus miembros, y ha sido testigo del fin del bipartidismo.