Tráfico gastará 14,5 millones en conservar las carreteras de los pirineos y el valle del ebro


La Dirección General de Tráfico (DGT) pretende invertir 14,5 millones de euros en la conservación y adecuación de las instalaciones de regulación y control de las carreteras nacionales que transcurren por el valle del Ebro y los Pirineos, en las provincias de Zaragoza, Huesca, Teruel, La Rioja y Navarra.
En un anuncio de licitación publicado esta semana en el Boletín Oficial del Estado (BOE), recogido por Servimedia, la DGT pretende adjudicar este servicio en un concurso con procedimiento abierto y tramitación ordinaria para el que las empresas interesadas tienen hasta el próximo 4 de febrero como plazo para presentarse.
Los trabajos se realizarán durante 24 meses y, según el pliego de prescripciones técnicas del concurso, abarcarán un total de 2.769,01 kilómetros, repartidos en 44 tramos de carreteras de titularidad nacional que controla el Centro de Gestión del Tráfico de Pirineos-Valle del Ebro, con sede en Zaragoza.
Los tramos más largos están en la A-2/N-II, entre Zaragoza y La Junquera (449,07 kilómetros); la AP-68, entre el País Vasco y Zaragoza (205,80); la A-68/N-232, entre Zaragoza y Briones (199,63); la A-23, entre La Puebla de Valverde y Zaragoza (188,96); la N-145, hasta la frontera con Andorra (188), y la N-330, entre Zaragoza y Canfranc (170,45).
El contrato incluye la conservación y mantenimiento de los postes de auxilio que aún quedan en esos tramos de carreteras, así como su retirada, conforme al calendario que establezca la DGT.
Además, la empresa adjudicataria debe controlar los paneles de mensaje variable, las estaciones de tomas de datos, las estaciones meteorológicas, los radares, las estructuras y el suministro eléctrico, entre otras tareas.

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