Tras la tormenta griega, el PIB norteamericano y los precios europeos pueden traer la calma a las bolsas

  • Grecia ha sido la protagonista indiscutible de esta semana en los mercados, aunque la tranquilidad que ofrece su rescate puede trasladar el foco de atención: los datos macroeconómicos internacionales y los resultados empresariales en España serán claves en el transcurso de las próximas jornadas.
Ana P. Alarcos

Los problemas económicos helenos han vuelto a marcar el paso de los mercados de todo el mundo. La revisión al alza del déficit público del país y el aumento casi disparatado del riesgo de su deuda, provocaron fuertes caídas a mediados de semana, aunque parte de esos daños se corrigieron ayer, después de que el primer ministro griego pidiera ayuda tanto a sus vecinos europeos como al otro lado del Atlántico.

Los 'rescatadores' (Bruselas y el FMI) se han comprometido a actuar lo antes posible, muy a pesar de Alemania, que prefería no realizar ningún movimiento hasta las elecciones del próximo 9 de mayo.

Es justo esta complejidad la que ha hecho de la ‘tragedia griega’ un elemento determinante en el mercado, relegando a un segundo plano todo lo demás. Los inversores apenas han reaccionado ante la mejora de las perspectivas económicas mundiales por parte del FMI, el incremento de la venta de pisos nuevos en EEUU o los máximos de dos años de la confianza de los empresarios alemanes. Tampoco han servido los resultados de las tecnológicas Apple y Yahoo!, ni de los bancos de inversión norteamericanos Goldman Sachs y Morgan Stanley.

Es más, a pesar de este escenario, el Ibex 35 ha caído un 3% en esta semana, por lo que aumula una caída del 8,55% en lo que va de año. El PSI portugués ha perdido un 3,76% en estas cinco sesiones, mientras que el Athex griego se ha desplomado un 6,88%. El resto de plazas europeas también han retrocedido posiciones, aunque de forma más moderada. Así, el CAC francés ha perdido un 0,88%, el Ftse británico un 0,35% y el MIB italiano un 1,2%. El DAX alemán, incluso, ha acumulado ganancias cercanas al 1%.

En cambio, la bolsa norteamericana ha tenido un comportamiento mucho mejor porque, como explica Paula Haussman, analista de Agenbolsa, “hay una divergencia importante entre Estados Unidos y Europa. En nuestro continente pesa Grecia y también Portugal, mientras que en Estados Unidos pesan más los resultados”. Prueba de ello es que, en estas cinco sesiones, el Dow Jones de industriales ha avanzado un 1,2%, el Nasdaq tecnológico un 1,8% y el S&P 500 un 1,5%.

Pero la próxima semana Europa podría sumarse a la tendencia alcista norteamericana. “El riesgo soberano sí se ha diluído en gran medida”, comenta Natalia Aguirre, directora de análisis de Renta 4, por lo que el mercado del Viejo Contiente podría concentrar sus miradas en otra dirección: los resultados macroeconómicos y los empresariales.

En las próximas jornadas, Estados Unidos publicará el dato del PIB del primer trimestre del año, se reunirá la Reserva Federal y Europa publicará los datos del IPC, unos datos que tendrán mucho peso en el mercado. Como detalla la analista de Renta 4, “se espera un buen dato del PIB estadounidense porque el consumo privado se está recuperando y eso es lo que espera el mercado”.

Por si fuera poco, la bolsa española contará con un factor adicional: comienza la batería de resultados trimestrales de las empresas cotizadas que, además, “cuentan con buenas expectativas”, según Aguirre.

Por ello, los analistas esperan que la bolsa española se mueva en unos niveles próximos a los de ayer, entre un suelo de 10.600 puntos y un techo de 11.500. De aquí a dos semanas, incluso, las apuestas suben hasta un máximo de 12.100 enteros. 

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