Tres motivos por los que tendrías que poner tus inversiones en manos de una mujer

    • Un interesante experimento del Instituto Valenciano de Investigación Económica revela actitudes distintas según el sexo a la hora de mover el dinero en el mercado.
    • ¿Quién asume más riesgos? ¿Quién apuesta más fuerte? ¿Quién es más sensible a un cambio de condiciones en el mercado? Te damos todas las claves.
Los mercados y los economistas, contentos con la designación de Yellen para dirigir la Fed
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Bruno Pérez

Tan propensa a analizar hasta el más mínimo detalle los factores que pueden condicionar las decisiones que adoptan los agentes, la teoría económica ha dedicado poco tiempo a estudiar la influencia de la perspectiva de género en los movimientos de los mercados financieros.

La escasa literatura disponible sobre el particular (como este estudio elaborado por dos profesores de la Universidad de Berkeley) perfila un panorama que presenta a las mujeres como inversoras más metódicas, calculadoras y cautelosas que los hombres.

Y cuando se ha analizado el impacto de este comportamiento diferencial desde la óptica de los resultados, éstos no han dejado lugar a la duda: las carteras de inversión gestionadas por mujeres consiguen más rentabilidad que las manejadas por hombres a medio y largo plazo.

El Instituto Valenciano de Investigación Económica (IVIE) ha decidido profundizar en el asunto y ha planteado un interesante experimento para comprobar las actitudes diferentes con las que hombres y mujeres se enfrentan a las inversiones, así como su reacción ante cambios como una mayor disponibilidad de información o una mayor frecuencia de toma de decisiones.

El planteamiento fue el siguiente: los investigadores del IVIE reunieron a un cerca de un centenar de estudiantes de Administración de Empresas, la mitad mujeres y la otra mitad hombres, les entregaron 100 céntimos de euro y les propusieron diferentes juegos en los que debían invertir sus recursos, con más o menos riesgo y con más y menos información sobre las probabilidades de ganancia en la inversión.

Después, analizaron los resultados y se encontraron con tres factores clave que identifican las diferentes actitudes de hombres y mujeres cuando se trata de mover su dinero.Una actitud diferente frente al riesgo

La primera conclusión del estudio es que, a la hora de invertir, los hombres apuestan más fuerte que las mujeres, es decir, se juegan más dinero.

Los investigadores del IVIE encontraron que mientras las mujeres que tomaron parte en su experimento invirtieron en el mismo el 46,6% del capital que les fue entregado, los hombres apostaron el 53,5%.

Además, detectaron que cuantas menos oportunidades se daban a los sujetos para invertir, mayor era la diferencia entre la inversión que realizaban los hombres (más elevada) y las mujeres.

Es decir, que en unas condiciones dadas en las que hay pocas opciones para invertir los hombres buscan la rentabilidad por el camino de invertir una cuantía mayor, mientras que las mujeres modifican mucho menos su comportamiento respecto a una situación normal de mercado.

El hallazgo se sitúa en línea con las conclusiones del estudio realizado por los investigadores de Berkeley, que detectaron que, en un ejercicio normal, los hombres realizaban un 45% más de operaciones de inversión que las mujeres.Cuando la presión pasa factura

La segunda clave que puso de manifiesto en la investigación es la extraordinaria sensibilidad masculina a una inversión fallida.

En general, el experimento del IVIE concluyó que los hombres tienden a tomarse mal sus patinazos como inversores y reaccionan incrementando la cuantía de sus apuestas hasta en un 39% en sus siguientes operaciones con la clara intención de recuperar el terreno perdido lo antes posible. El comportamiento de las inversoras, por el contrario, es mucho más contenido. El estudio apenas detectó un incremento del 8% en la cuantía de sus apuestas tras una operación con pérdidas.

Hasta ahora nos ha quedado claro que los hombres apuestan más y más fuerte cuando se trata de invertir y, además, tienden a sobrerreaccionar cuando no les salen las cosas como desean, pero aún queda un tercer factor que cuestiona su templanza como inversores: en cuanto obtienen información adicional su confianza en sacar rendimiento de sus inversiones se dispara.El mal del 'exceso de confianza'

Los investigadores del IVIE querían chequear el cambio de actitud ante cambios en la información disponible sobre las inversiones, por lo que decidieron revelar a mitad de experimento la probabilidad de beneficio existente en los juegos de apuestas formulados.

Se encontraron con que, con esa información en la cabeza, los hombres elevaron mucho más la cuantía de sus inversiones que las mujeres, lo que nos lleva a otro de los patrones que ya había identificado el estudio de Berkeley: el exceso de confianza de los hombres en su conocimiento del mercado.

De hecho, cuando se ha preguntado a inversores e inversoras si se ven a sí mismos como expertos en operaciones financieras, el porcentaje de respuestas afirmativas siempre es mucho mayor entre los hombres (81%) que entre las mujeres (en torno a un 60%).

Y ahora, hágase esta pregunta: ¿en manos de quién pondría sus ahorros?

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