Un guardia de seguridad herido en invasión de tierras en Caribe de Honduras

  • Un guardia de seguridad resultó hoy herido de bala durante un enfrentamiento con campesinos por la invasión de unas tierras privadas cultivadas de palma africana en el Caribe de Honduras, informó una fuente oficial.

Tegucigalpa, 20 jul.- Un guardia de seguridad resultó hoy herido de bala durante un enfrentamiento con campesinos por la invasión de unas tierras privadas cultivadas de palma africana en el Caribe de Honduras, informó una fuente oficial.

El hecho se registró en la finca privada Los Laureles, ubicada en el Bajo Aguán, departamento caribeño de Colón, donde unos 200 campesinos invadieron unas 530 hectáreas de tierras de la corporación Dinant, propiedad del empresario Miguel Facusse, dijo a periodistas el apoderado legal de la empresa, Roger Pineda.

"Hemos sido invadidos, un grupo de más de 200 campesinos fuertemente armados, hirieron a un guardia de seguridad", indicó Pineda, sin dar más detalles.

María Rodríguez, portavoz del movimiento campesino, dijo a periodistas que no abandonarán esas tierras porque les "pertenecen".

"Estamos abiertos al diálogo, no queremos más derramamientos de sangre, pero estas tierras nos pertenecen porque es nuestro patrimonio", señaló Rodríguez.

El subcomisionado de Policía, Amílcar Mejía, por su parte, dijo a periodistas que un contingente de militares y agentes policiales realiza un operativo en ese sector.

"Creo que ninguna finca vale la gota de sangre de ninguno de ellos y de ningún miembro de las Fuerzas Armadas", señalo Mejía, quien no precisó si los campesinos serán desalojados.

El pasado día 7, dirigentes campesinos denunciaron el asesinato de dos labriegos en el Bajo Aguán, lo que revivió el conflicto agrario que en los últimos cuatro años se ha cobrado la vida de más de 50 personas, en su mayoría campesinos, pese a un acuerdo firmado en junio pasado orientado a ponerle fin a esa polémica.

El presidente hondureño, Porfirio Lobo, suscribió el pasado 5 de junio un cuarto acuerdo con campesinos orientado a comprar 2.429 hectáreas de tierras a empresarios del Bajo Aguán, por unos 17 millones de dólares.

A raíz de los enfrentamientos entre campesinos y guardias de seguridad privada, Lobo envió en octubre de 2011 un contingente de militares y policías al Bajo Aguán, pero la violencia no cesa.

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