Un millón de personas en España come de la caridad

  • El doble de ciudadanos que hace un año come hoy, en algún momento del día, gracias a los bancos de alimentos, organizaciones sin ánimo de lucro que recogen excedentes de producción o donaciones de alimentos para distribuirlas entre instituciones benéficas.
Un millón de personas en España come de la caridad
Un millón de personas en España come de la caridad
P. Arqued | D. Tesouro
Pablo Arqued

-Vídeo: Comida que no sobra

No es una leyenda aquello de que las sociedades desarrolladas incineran o tiran los excedentes de alimentos que no colocan en el mercado. Pero los bancos de alimentos, organizaciones sin ánimo de lucro formadas por voluntarios, luchan para que esos productos palien las bolsas de hambre en esos países. Aquí, según nos anuncian desde la Federación de Bancos de Alimentos de España (FESBAL), "un millón de personas" comen gracias a lo que se distribuye desde estos bancos, uno por provincia, a instituciones benéficas.

En el Banco de Alimentos de Madrid, situado en la carretera de Colmenar en una gran iglesia prestada por la Comunidad de Madrid, la actividad es frenética desde primera hora. Igual que en otra empresa. Sus 'trabajadores', que "buscan devolver a la sociedad lo que ésta ha hecho por ellos", superan la media de 65 años. Desde ex pilotos de helicópteros a corresponsales, pasando por antiguos directivos. No paran ni en oficinas ni en el gran almacén. Mientras reciben furgonetas en el muelle de recepción en el de carga se las llena. Esta mañana, la de unas monjas que ayudan a niñas abandonadas o un vehículo de la Asociación de Padres de Hijos Discapacitados de San Sebastián de los Reyes. Sus 'clientes' son entidades que trabajan con "Extranjeros, enfermos con SIDA, ancianos…" y que reciben esos productos, casi en su totalidad no perecederos.

Que la crisis haya aumentado la demanda a estos bancos de alimentos (hasta un cincuenta por ciento) no es noticia. Sí, que haya ecos positivos en una sociedad que suele mirar para otro lado. "La previsión que hicimos a principios de año es que las empresas reducirían costes y recibiríamos menos donaciones. No obstante, tras el primer trimestre, las empresas se fueron volcando más. En 2009 hemos firmado muchos más convenios que en el año 2008 o que en 2007. Además, hemos notado un aumento de la conciencia social, de la sensibilización", afirma José Antonio Busto, director general director general de FESBAL, que señala que incluso las hay que ya producen un "porcentaje pensando exclusivamente para nosotros, dentro de su programa de responsabilidad social, que tienen un departamento dedicado a ello".

Pero a pesar de los excedentes que periódicamente les entrega Carrefour, a veces gracias a las 'operaciones kilo' que organiza o las 15 furgonetas cargadas de productos donadas, hace poco, por Caja Madrid, alimentos siempre faltan, y más este año. "En estos momentos hay 50 o 60 organizaciones esperando a entrar en la rueda para que les mandemos alimentos", desvela Agustín Alberti, encargado de las relaciones internacionales y la comunicación con los medios en FESBAL. Más allá del millón de personas que ya comen con lo distribuido, hay otras en cola.

Se tiende a pensar que lo del hambre es algo que sólo se da en el Tercer Mundo, allí en África. Pero el Primer Mundo, categoría a la que pertenece España, o sus compañeros de la Unión Europea también la padecen. Como EEUU, lugar donde nació la idea de los bancos de alimentos en los sesenta y desde donde se exportó a Francia. "Distribuir a otros países tendría un coste del que no podríamos hacernos cargo. De hecho, por eso, casi nunca distribuimos de una provincia a otra aquí", explica Busto, que recuerda que sólo se aceptan alimentos, que son "excedentes, nunca residuos".

Tampoco hay que olvidar que una parte del Tercer Mundo está aquí. "La demanda de asociaciones de inmigrantes ha crecido muchísimo. Hace unos años tenían una representación del 12% en nuestra actividad y superan el 20", recuerda Agustín Alberti.

'Operaciones kilo': las donaciones de particulares, un pequeño 'gran' porcentaje

Aparte de los excedentes de empresas, a las cuales les conviene darles salidas antes que quedarse con ellos, los ciudadanos tienen la oportunidad de participar de forma solidaria con los bancos de alimentos con colectas, denominadas operaciones kilo. Se organizan cada cierto tiempo y su éxito depende en gran medida de la cobertura que se de en los medios, un "apoyo que se nota".

"La que hubo en Madrid en la Plaza de España, organizada y financiada por Marzilla, recogió 6 toneladas de alimentos. La gente que se acercaba se había enterado por televisión. Se veían historias curiosas. Como una pareja de rumanos: su grupo de amigos había puesto un euro por cabeza y con ello habían comprado 12 kilos de alimentos", cuenta José Antonio Bustos. Aquí, se logran productos que de otra manera no llegan. Es un porcentaje pequeño frente a los excedentes. Pero es significativo que la gente se vuelque en estos actos, que funcionan mejor que nunca.

80 millones de kilos de comida al año

En cuanto a provincias, la demanda de alimentos es proporcional a su número de habitantes. Como el paro. "Las que más mueven son Madrid y Barcelona. Después Málaga, Sevilla, Bilbao, Valencia…", explica Alberti. "En todas se ha visto un incremento de gente que le es más fácil mantener un techo pagando la hipoteca y acudiendo a comer a comedores sociales", añade.

La FESBAL, a su vez, forma parte de una federación europea de bancos de alimentos, en la que participan 18 países. "La cuarta parte de los 80 millones de kilos que se mueven en España llegan de la Comunidad Económica Europea. La UE tiene una partida presupuestaria para ello para comprar alimentos que se transforman en el propio país en alimentos no perecederos, y que se organiza a través del ministerio de Agricultura".

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