Un muerto y un herido deja ocupación de tierras en Caribe de Honduras

  • Un supuesto campesino murió hoy mientras que un guardia de seguridad resultó herido de bala durante un enfrentamiento por la invasión de tierras privadas cultivadas con palma africana en el Caribe de Honduras, informó una fuente policial.

Tegucigalpa, 1 sep.- Un supuesto campesino murió hoy mientras que un guardia de seguridad resultó herido de bala durante un enfrentamiento por la invasión de tierras privadas cultivadas con palma africana en el Caribe de Honduras, informó una fuente policial.

El hecho se registró en la finca "Bolero", ubicada en el Bajo Aguán, departamento caribeño de Colón, donde supuestos campesinos "armados" invadieron varias hectáreas de tierras privadas, dijo a Efe Orlin Rosales, miembro de la Policía en ese sector.

"Estamos haciendo una inspección en el lugar para confirmar que no hayan más heridos", indicó la fuente, quien precisó que "un supuesto campesino" murió en el enfrentamiento.

Según datos del estatal Comisionado de los Derechos Humanos, en los últimos tres años han muerto en esa zona más de 60 personas, en su mayoría campesinos, aunque también han fallecido guardias privados de fincas en enfrentamientos.

El jefe de la Policía en Trujillo, José Mejía, dijo a periodistas, sin precisar la cantidad, que en el enfrentamiento varias personas resultaron heridas.

Agregó que el guardia de seguridad herido, no identificado, está "grave".

La fuente indicó que los supuestos campesinos advirtieron que "nadie los va a sacar de la finca" Bolero.

Al menos tres campesinos murieron el 9 de agosto pasado en un supuesto ataque de "gente armada" cuando se disponían a invadir tierras privadas en el Bajo Aguán, según informes de la Policía.

El pasado 1 de agosto el Parlamento aprobó una reforma legal que limitó el porte de armas a personal militar, policial y de seguridad privado en Colón, con el fin de ponerle fin al conflicto, pero según los campesinos la medida no servirá.

El presidente hondureño, Porfirio Lobo, ha reafirmado en varias ocasiones que atacará el conflicto como "un problema de seguridad ciudadana" y ha condenado que hayan personas en el Aguán que se dicen campesinos, pero andan con fusiles AK-47.

El Gobierno de Lobo ha tratado de ponerle fin a este conflicto agrario al comprar tierras a los terratenientes que luego ha entregado a los campesinos organizados pero la violencia continúa.

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