Uruguay y Argentina anteponen integración energética a sus diferencias

Raúl Cortés

Montevideo, 27 ago.- Los presidentes José Mujica, de Uruguay, y Cristina Fernández, de Argentina, antepusieron hoy la integración energética a las diferencias económicas y comerciales bilaterales, al inaugurar las obras de modernización de la única refinería uruguaya, construida por una filial de la argentina YPF.

La ceremonia se realizó en la misma refinería, propiedad de la petrolera estatal uruguaya Ancap y ubicada en la zona de La Teja, cerca del puerto de Montevideo.

Fernández llegó poco después de mediodía a la capital uruguaya en helicóptero y la abandonó apenas dos horas y media después, una vez concluido el acto y tras celebrar una breve reunión privada con Mujica de la que no trascendieron detalles.

En la jornada no hubo ninguna rueda de prensa ni los periodistas pudieron hacer preguntas a los gobernantes, que en sus discursos hicieron hincapié en la importancia de la integración como camino para relacionarse con el mundo en la actual época de globalización.

"La muestra más cabal de esta necesidad de integración es ésto que estamos inaugurando hoy", afirmó Fernández, que en un desliz se vanaglorió de que su país hubiese puesto 400 millones de dólares en la nueva planta, cuando Uruguay fue el que aportó los fondos e indicó que en realidad eran 360 millones.

"Recién le preguntaba a Pepe (José Mujica) si había habido alguna inversión de algún otros país hermano o lejano de esta magnitud en la única refinería que hay en Uruguay y decía que no. Así que creo que estamos cumplimentando con creces los argentinos este proceso de integración", señaló.

Fernández recalcó la necesidad de crear "un anillo energético" con los países que poseen recursos energéticos en Sudamérica como una meta "central" para el desarrollo regional.

Argentina y Uruguay "han sido bendecidos con tierras maravillosas y hay que agregar valor a todo lo que se hace y eso es imposible sin energía", dijo la mandataria, al recordar por ejemplo la colaboración de su país con las autoridades uruguayas para la exploración de petróleo en aguas profundas.

En el acto los presidentes de Ancap, Raúl Sendic, e YPF, Miguel Galuccio, firmaron además un memorándum de entendimiento para analizar la potencial exportación de gas natural uruguayo a Argentina una vez se construya la planta regasificadora que la empresa francesa Gaz de France Suez pretende tener lista en 2015.

El proyecto, situado a dos kilómetros de Montevideo y que cuenta con una inversión de 1.215 millones de dólares, podría cambiar la matriz energética del país y el flujo de envíos de gas natural entre ambos países.

Uruguay podría pasar de importar entre 300.000 y 400.000 metros cúbicos diarios de gas natural de Argentina a exportar a ese país 5 millones de metros cúbicos, especificó Sendic en declaraciones a Efe al final de la ceremonia.

Sendic también aclaró que el dinero con el que se ha modernizado la refinería de La Teja, mediante la construcción de una planta que permitirá reducir el azufre del gasóleo y la gasolina que produce, fue aportado enteramente por Uruguay gracias a un programa de refinanciación de deuda de la petrolera venezolana PDVSA.

"Nosotros pagamos el 75 por ciento de la compra de crudo y el 25 por ciento fue un financiamiento con una tasa del 2 por ciento a 15 años de plazo", explicó.

Más de la mitad de la matriz energética uruguaya depende del petróleo y Venezuela está entre los principales suministradores del país, a cambio de productos alimenticios, sobre todo lácteos.

Al respecto, Mujica recordó en su discurso que Uruguay pudo obtener los fondos para construir la planta gracias a la generosidad del fallecido presidente venezolano, Hugo Chávez, cuyo "sistema de crédito benigno" permitió al país acumular los recursos para esa inversión.

"La globalización está allí, una pequeña nación como la uruguaya casi no existe para el presupuesto de una gran empresa, y por eso está la inteligencia de juntarnos a pesar de todos los pesares", agregó en defensa de la integración.

La visita de Fernández llega en medio de las críticas de los empresarios y de parte del Gobierno de Uruguay a las limitaciones impuestas por Argentina a la importación de productos, y a que sus ciudadanos, principal fuente del turismo para Uruguay, accedan a su dinero en el extranjero, lo que este año ha producido un descenso de los visitantes al país.

El vicepresidente uruguayo, Danilo Astori, ha señalado en varias ocasiones en los últimos meses que la relación bilateral atraviesa su "peor momento" en décadas, no solo por las "trabas arancelarias", sino también por la situación del cambio del peso argentino con el dólar y la existencia de un cambio paralelo.

Esto -ha opinado- refleja la existencia "una devaluación técnica" que "pesa negativamente" en Uruguay "ya que modifica los precios relativos de bienes y servicios a favor de Argentina".