Voces de la crisis: Toda la banca habla, mientras Fainé sigue callado

Esta semana, las principales entidades financieras españolas se han dejado ver y oir durante unas jornadas, celebradas en Madrid, y en teoría inofensivas, pero que han utilizado para lanzar cada uno su mensaje sobre cómo ve la reestructuración del sector.

Allí se concentraron los presidentes de Banco Popular y Caja Madrid -Ángel Ron y Rodrigo Rato-, los consejeros delegados de BBVA y Santander -Ángel Cano y Alfredo Sáenz-, el director general de la CECA… Todos los grandes menos uno: Isidro Fainé, presidente de La Caixa y máximo candidato a la presidencia de la patronal de las cajas (CECA).

Su ausencia llega en un momento delicado: el próximo martes, la CECA tiene que elegir a su nuevo presidente y Fainé, el favorito, sólo está dispuesto a asumir el cargo si es por aclamación popular. Como el retorno de Florentino Pérez al Real Madrid.

La falta de unanimidad fue el motivo del silencio de Fainé el pasado jueves, cuando se esperaba que diera un sí quiero a la propuesta de los presidentes de las grandes cajas de ahorros, que quieren que sea él quien capitanee la reestructuración del sector.

Pero el directivo catalán no dará un paso mientras siga habiendo alguna caja díscola. Y haberlas, haylas. Por eso, el jueves Fainé mantuvo su silencio y no tomó (¿todavía?) el relevo a Juan Ramón Quintás como presidente de la CECA.

A la espera de conocer la opinión de Fainé sobre cómo, dónde y cuándo debe ser el proceso de reestructuración del sector, el resto de primeros espadas el panorama financiero español han dado algunas pistas.

Durante su intervención en las citadas jornadas, Rodrigo Rato explicó que el proceso de reestructuración bancario debe pasar por dos fases para dejar operativas un máximo de 20 cajas de ahorro en toda España (desde las 45 que hay en la actualidad).

Alfredo Sáenz, Consejero Delegado de Banco Santander, alegó en su discurso que la reordenación es necesaria para que las entidades cumplan su función de participar y financiar la recuperación económica.

Las palabras deÁngel Ron, presidente de Banco Popular, se centraron en pedir el final "inmediato" de las reformas bancarias, ya que ésto contribuirá a infundir tranquilidad en los mercados internacionales y a normalizar el coste de la financiación del sector.

El consejero delegado de BBVA, Ángel Cano, insistió en la necesidad de acelerar el proceso a través de la herramienta creada para ello, el FROB, convencido de que la reestructuración del sistema financiero traerá oportunidades para algunas entidades financieras.

José Antonio Olavarrieta, director general de la CECA, tampoco se perdió la cita y, al contrario que Rodrigo Rato, situó entre 25 y 27 el número de entidades que quedarán tras la reestructuración del sector financiero.

¿Tendrá que corregirle los cálculos Fainé, gran amigo de Rato, a partir del martes?