Vuelve la cordura a los mercados: los datos macro pesan más que la volatilidad

  • A pesar de que la primera reacción ha sido negativa, los datos macroeconómicos han dejado de ser invisibles para los inversores. Los problemas económicos de Hungría y la decepcionante cifra de empleo en Estados Unidos han sido los protagonistas de la mayor caída que han sufrido los mercados en esta semana, que han llevado al Ibex a marcar un nuevo mínimo anual.
Ana P. Alarcos

"El riesgo soberano sigue siendo el gran foco de atención y, hasta que no se modere, no volverá la estabilidad a los mercados", asegura Nuria Álvarez, de Renta 4, quien cree que la situación en las bolsas internacionales no va a cambiar mucho en las próximas jornadas.

Sin embargo, la analista señala que, en medio de la inestabilidad del mercado, "en esta semana se ha producido un cambio de tendencia. Los inversores no sólo centran su atención en el riesgo soberano, sino que han reaccionado a los datos macro que han ido saliendo, sobre todo en Estados Unidos. El viernes, por ejemplo, el dato de empleo norteamericano y el anuncio de los problemas económicos de Hungría defraudaron al mercado, al menos, los inversores lo han tenido en cuenta, algo que hasta ahora no se había producido".

Al margen de este cambio de tendencia positivo, los mercados siguen muy presionados y afrontan la segunda semana de junio con una dosis extra de pesimismo. Los mercados de valores, por ejemplo, arrancarán la semana con un balance anual negativo.

En lo que llevamos de año, las pérdidas de las bolsas van desde el 0,3% del Dax alemán, pasando por el 4% estadounidense Dow Jones de industriales, hasta el 25% del español Ibex 35, que está en mínimos anuales y sigue siendo el peor indicador del mundo en 2010.

En este sentido, Álvaro Blasco, de Atlas Capital, explica que tanto el mercado de renta variable como el de renta fija reflejan "la falta de confianza que existe entre los mercados internacionales y los inversores sobre los planes de austeridad y ahorro aprobados por el Gobierno español".

Los mercados de deuda, por su parte, tampoco se quedan atrás en lo que se refiere a la presión. La prima de riesgo de los países periféricos ha vivido uno de sus mayores incrementos semanales en lo que llevamos de año, tanto que, en muchos casos, ha vuelto a los niveles que se alcanzaron en los peores momentos de la crisis griega.

Prueba de ello es que el diferencial entre el bono español y el alemán, la referencia en Europa, cerró la sesión del viernes en 196,4 puntos básicos, la mayor distancia entre ambos desde la creación del euro.

Por si fuera poco, las perspectivas para la próxima semana no son demasiado optimistas. Desde Renta 4 aseguran que el diferencial seguirá aumentando, al menos hasta el próximo jueves, cuando tendrá lugar la subasta de deuda pública española.

Pero ésta tampoco ha sido la mejor semana para euro. La moneda europea sigue perdiendo posiciones frente al dólar, tanto que ha llegado a perder la cota de 1,20 dólares, un nivel que no rozaba desde julio de 2005.

Con todo, las principales casas de analistas han decidido mantener bajos los soportes para las próximas sesiones, al apostar por un suelo de 8.800 puntos y un techo de 9.500 puntos, aunque no descartan rebajar aún más el umbral en los próximos días.

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