Wall Street cierra prácticamente plana presionada por la caída de Dell

  • La caída superior a los diez puntos porcentuales del grupo informático Dell, que se vio golpeado tras rebajar sus pronósticos de beneficio para el conjunto del año, presionó hoy a Wall Street que terminó prácticamente plana, pese al buen recibimiento de las cuentas de las cadenas Target y Staples.

Nueva York, 17 ago.- La caída superior a los diez puntos porcentuales del grupo informático Dell, que se vio golpeado tras rebajar sus pronósticos de beneficio para el conjunto del año, presionó hoy a Wall Street que terminó prácticamente plana, pese al buen recibimiento de las cuentas de las cadenas Target y Staples.

El Dow Jones de Industriales, el principal indicador del parqué neoyorquino, terminó la jornada con un mínimo ascenso del 0,04 % con el que cerró en las 11.410,21 unidades, al tiempo que el selectivo S&P 500 se elevó otro ligero 0,09 %.

No cerró en terreno positivo el índice que mide la evolución del mercado Nasdaq, que se dejó el 0,47 % arrastrado por su peso tecnológico, un sector que se vio arrastrado en su conjunto por el contundente retroceso de Dell.

Pese a esa falta de dirección, el día comenzó con un decidido apetito comprador en el parqué neoyorquino, donde a media hora del inicio de la sesión sus principales indicadores registraban ascensos cercanos al punto porcentual gracias a la bienvenida con la que fueron recibidos los resultados de varias cadenas minoristas.

Entre ellas destacaron los grandes almacenes Target, que cerraron finalmente con un ascenso del 2,39 % tras difundir unas cuentas con las que quedó por encima de las expectativas de Wall Street gracias a un aumento del 4,6 % en sus ventas del segundo trimestre.

También tuvieron una buena acogida en el parqué neoyorquino las cuentas de las papelerías Staples, que moderó los ascensos del inicio de la jornada hasta cerrar en el 0,49 %.

Los resultados de los minoristas, que los inversores utilizan para tomar el pulso al estado de los consumidores estadounidenses, pesaron más en el arranque de la jornada que los datos macroeconómicos publicados hoy en este país.

El índice de precios de productor (IPP) de Estados Unidos subió en julio un 0,2 %, impulsado principalmente por el incremento de los precios del tabaco, según los datos que divulgó el Departamento de Trabajo.

Si se excluyen los precios de alimentos y combustibles, que son los más volátiles, la inflación subyacente del IPP el mes pasado fue del 0,4 %, el mayor incremento mensual desde enero.

Hacia la media sesión esos datos empezaron a pesar sobre el ánimo de los inversores, que se vieron alterados por el desplome de las acciones de la tecnológica Dell.

El grupo informático terminó el día con una contundente caída del 10,13 % a pesar de que tras el cierre del martes anunció que ganó 1.835 millones de dólares en la primera mitad de 2012, el 107 % más, ya que los operadores vieron con miedo que sus ingresos apenas se elevaran el 1 % en ese periodo.

Más incluso presionó a esa compañía su decisión de revisar a la baja las expectativas de ingresos para el conjunto de su año fiscal, de forma que ahora prevé que crezcan entre el 1 y el 5 % comparado con 2010, frente al rango de entre el 5 y el 9 % que había previsto con anterioridad.

Tampoco ayudó hacia la media sesión el cierre mixto de las principales plazas europeas, que digirieron así la propuesta franco-alemana de aplicar un impuesto a las transacciones financieras, lo que según algunos expertos crearía desventajas competitivas al sector financiero europeo respecto a EE.UU. y Asia.

Así la recta final de la jornada estuvo marcada por la falta de dirección en el parqué neoyorquino, que terminó prácticamente plano, un cierre que contrasta significativamente con los pronunciados movimientos registrados durante toda la semana pasada en Wall Street.

De hecho, la pasada fue una de las más volátiles semanas de la historia del Dow Jones, que encadenó por primera vez cuatro jornadas consecutivas de movimientos superiores a los 400 puntos, una volatilidad catalizada por la decisión de Standard & Poor's de rebajar la calificación de la deuda de EE.UU.

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