Para Saénz de Tejada el liderazgo empresarial femenino llegará desde la visualización de la mujer y es por ello "que el objetivo de este curso es que las mujeres adquieran herramientas profesionales y emocionales para lograr ser visibles para intentar y conseguir todas sus metas".
Esas herramientas se desenvuelven, según la también escritora, en tres fases: "ser, estar y ejecutar". De esta manera, primero las mujeres "se posicionan, y una vez saben quienes son realmente, se sitúan para luego ejecutar, es decir, salir al mundo con todas las herramientas que ha aprendido e intentar lograr el liderazgo femenino".
Las empresas, según Sáenz de Tejada, "necesitan un liderazgo femenino porque las mujeres aportamos una serie de aptitudes que son innatas en nosotras como la comunicación, la confianza, la generosidad, la creatividad, la alegría, cualidades que las corporaciones demandan".
El producir en femenino no es sólo aspirar a lograr el liderazgo empresarial de las mujeres sino también es la gestión y resolución de conflictos, ya que "las mujeres tenemos muchos conflictos con nosotras mismas y tenemos tantos roles que a veces chocan unos con otros, además de tener muchos conflictos con los demás, que hay que aprender a resolverlos, por ejemplo valorándonos y diciendo que no en ciertas ocasiones".
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