El negocio de BBVA en Venezuela ha pasado de aportar beneficios superiores a 300 millones de euros a perder dinero en los últimos seis años, coincidiendo con la etapa al frente del país de Nicolás Maduro, quien sucedió a Hugo Chávez en abril de 2013. Al término de dese año, BBVA Provincial, la filial del banco que ahora preside Carlos Torres en Venezuela, se anotó un beneficio de 645 millones de euros, de los cuales más de 350 millones fueron a parar a la matriz española por su participación del 55%.
Eran tiempos en los que el sector perdía dinero en España a consecuencia de la crisis y en los que la diversificación geográfica permitiía a las entidades a 'capear' el temporal. No obstante, en el marco de una espiral hiperinflacionista, Venezuela ha ido aportando cada vez menos a la cuenta de resultados de BBVA, hasta llegar a cero.
De los 369 millones que ganó BBVA en Venezuela en 2013, se pasó a 162 millones en 2014. En este año, la apuesta del banco en este territorio aún era importante, como demuestra que se utilizase la imagen de Iker Casillas y Andrés Iniesta, en aquel tiempo embajadores globales de la marca, para la promoción de productos en el país. En 2015 el resultado neto de BBVA en Venezuela cayó un 99,6%, hasta el millón de euros y en 2016 ya se entró en pérdidas, con números rojos de 28 millones de euros en el país. En 2017 las pérdidas fueron de 13 millones de euros, mientras que el año pasado se redujeron hasta 12 millones.
Aún así, el banco siempre ha reiterado su compromiso con Venezuela, donde aterrizó en 1998 -coincidiendo con la victoria electoral que llevó a Hugo Chávez a la presidencia-. Carlos Torres lo hizo durante la presentación de los últimos resultados anuales y Francisco González, quien advirtió a Donald Trump de que "Venezuela no es Cuba", también lo había hecho anteriormente.
Este martes, fuentes oficiales de BBVA han evitado valorar la liberación del líder opositor Leopoldo López y la ofensiva de Juan Guaidó contra Nicolás Maduro, pero han reafirmado su compromiso con el país, que no tienen previsto abandonar por el momento. "Tenemos un gran banco en Venezuela y nuestro compromiso con el país es de largo plazo. Seguimos con mucha atención el desarrollo de los acontecimientos, manteniendo la adecuada gestión del banco en ese país", reza el mensaje oficial de la entidad.
El principal rival de BBVA, Banco Santander optó por abandonar Venezuela en 2009, ejercicio desde el que se considera a esta economía como altamente inflacionaria. Entonces Emilio Botín vendió su negocio al Gobierno de Hugo Chávez por 1.050 millones de dólares. Cuentan fuentes financieras que el pago se efectuó en un cheque que el expresidente del grupo cántabro llevó encima durante el viaje de vuelta.
En la actualidad, BBVA dispone de unas 800 oficinas y 3.671 empleados en el país, cifra que se ha reducido significativamente (-29%) en los últimos dos años. En 2018 su exposición al riesgo soberano de Venezuela cayó casi hasta cero, al pasar a un millón de euros, desde los 137 millones correspondientes a 2017 a consecuencia de la inflación y el vencimiento de bonos.
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