Pesadillas inmobiliarias: alquilar sótano o buhardilla (y vivir agachado) por 700€

  • Para poder pagar esos precios, el arrendatario debería ganar más de 2.000 euros mensuales netos, muy por encima del salario medio.
Sótano
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Idealista

El inmobiliario español está recuperando sus propias pesadillas del pasado, de la época más oscura de este mercado español. Casas sin ventana, sótanos sin más ventilación que la puerta, buhardillas en las que es imposible ponerse de pie y minúsculas habitaciones -si es que las tienen- pueblan las ciudades españolas y dan más de un quebradero de cabeza a todos aquellos que buscan casa por estas fechas.

Madrid, Barcelona, Valencia... ninguna ubicación se salva de estas operaciones que suben como la espuma. Con echar un vistazo a las principales páginas web de búsqueda de vivienda, se pueden encontrar numerosos ejemplos de propiedades en alquiler que no cumplirían con las condiciones mínimas de habitabilidad que exigen los ayuntamientos, pero que pese a ello y a la situación actual del mercado, se alquilan. 

El precio de los alquileres, como consecuencia de la falta de oferta, se ha incrementado de forma notable en ciertas zonas de las grandes ciudades, lo que desde el Ejecutivo de Pedro Sánchez han llamado 'zonas tensionadas'. Por ejemplo, en Madrid el aumento se situó por encima del 9%, mientras que la cifra de la capital catalana es aún superior, según los datos de diferentes motores de búsqueda. 

El precio medio de los arrendamientos no ha dejado de subir desde el año 2015 y pese a la moderación que han sufrido durante 2018 -como consecuencia de las diferencias entre unas zonas y otras del país- las cifras medias señalan que se han incrementado un 1,8% en el conjunto del año en todo el país. Y es que las dos velocidades que se observan en el mercado -por un lado las grandes ciudades y por otro el resto del territorio- han moderado los crecimientos brutos de este precio.

Pese a ello, los propietarios de espacios en las grandes ciudades aprovechan las 'oportunidades' y crean viviendas en lugares insospechados. Es el caso de este piso, en pleno barrio madrileño de Chamberí, que se anuncia como un semisótano por 680 euros al mes. 40 metros cuadrados con apenas un par de ventanas a un patio bajo tierra, eso sí, con una "reforma de calidad hecha con gusto", tal y como señalan en el anuncio.

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Sótano en alquiler por 680 euros en el madrileño barrio de Chamberí. / Idealista

Ejemplos similares se distribuyen por otras zonas de las grandes capitales y son incluso más llamativos. Es el caso de este sótano de Barcelona, en pleno barrio de L'Eixample, que con una superficie de 41 metros cuadrados tiene un precio de 1.750 euros al mes. En los últimos meses el precio del alquiler en la Ciudad Condal se ha disparado con aumentos superiores al 10% de la renta. 

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Sótano en alquiler en Barcelona por 1.750 euros al mes. / Idealista

Y de las partes más bajas de los edificios a las más altas. Las buhardillas también 'están de moda' -por obligación para la mayoría de sus inquilinos-. Y es que el aumento de los precios de los pisos tradicionales ha agudizado el ingenio de los propietarios que han sacado al mercado espacios insospechados. Antiguos trasteros reconvertidos en vivienda, altillos en huecos entre la propiedad y el tejado...

Las corralas madrileñas se llevan la palma en este tipo de alquileres. Sus partes más altas, anteriormente dedicadas a otros usos, son ahora 'coquetos' -o no tanto- estudios o con suerte apartamentos de una habitación. Eso sí, no valdrán para una persona que quiera caminar por su casa, ya que en gran parte de estas propiedades el inquilino no podrá estar erguido. 

Por ejemplo, esta "preciosa buhardilla amueblada con encanto" en el centro de la capital consta de 32 metros cuadrados y se alquila por 700 euros al mes. Eso sí, el anuncio ya alerta que se trata de una vivienda "para 1 persona (pequeño para parejas)", lo que hace de las cantidades imposibles de pagar para una parte importante de la población. 

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Buhardilla en el centro de Madrid con una en la que no se puede estar pie. / Idealista

Pero no es la única. Hay muchos más ejemplos de este tipo en alquiler en nuestro país. Otros incluso más llamativos, como por ejemplo esta otra "¡oportunidad inmejorable en Malasaña!", tal y como figura en el anuncio para tratar de atraer futuros inquilinos. Una treintena de metros cuadrados por 700 euros, lo que supone más de 23 euros por cada uno de ellos, muy lejos de la media de la zona que se queda en los 16,26 euros, según el índice de precios de Fotocasa. 

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Buhardilla en Malasaña con techos bajos. / Idealista

El problema de los precios y los sueldos

Más allá de las condiciones de las viviendas, uno de los grandes problemas es el aumento del precio que han sufrido en los últimos meses. Con el nuevo salario mínimo de 900 euros con el que cuentan más de un millón de trabajadores en todo el territorio nacional y teniendo en cuenta los estándares bancarios que indican que lo 'saludable' sería que no se invirtiese más de un 35% de los ingresos en la vivienda, el importe dedicado a esto no debería superar los 325 euros mensuales.

Por tanto, pese a las características de estas viviendas -normalmente para una sola persona- los precios harían prácticamente imposible el acceso a ellas. Para poder pagar los 700 euros que solicitan sus propietarios, los ingresos del arrendador deberían superar los 2.000 euros netos al mes. Una cifra que se sitúa muy lejos de los 1.878 euros brutos (que se quedarían en alrededor de 1.500 euros netos en 12 pagas, según la tributación de cada persona) de media que ganan los trabajadores en España según el INE. 

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