Clemente Fernández, nuevo presidente

Los 'críticos' dejan de lado a Terramar y esperan nuevas ofertas por Abengoa

Dos consejos de administración extraordinarios y una junta de accionistas de infarto ponen tierra de por medio en la firma de ingeniería andaluza. Abengoashares se hace con el control y alcanza la presidencia.

Abengoa
Abengoa
Agencia EFE

Pese a terminar sin acuerdo todas las reuniones celebradas a lo largo de la semana, la sindicatura de Abengoashares, encabezada por Clemente Fernández, ha hecho valer su posición y ha entrado de lleno en el consejo de administración de Abengoa. Las negociaciones siguieron ayer, jueves, a última hora de la noche sin acuerdo y ha sido a falta de pocos minutos para el inicio de la junta cuando los responsables de la compañía se han abierto a la entrada de los accionistas críticos. Ello ha llevado a la celebración de un consejo extraordinario, una posterior junta de accionistas, que se ha celebrado con retraso, y un consejo adicional, en el que Fernández ha pasado a ser presidente ejecutivo, según han explicado fuentes consultadas por La Información.

La hoja de ruta, de acuerdo a las fuentes consultadas, pasa ahora por escuchar nuevas ofertas que puedan sacar del atolladero a la firma andaluza. Fuentes cercanas explican que en la compañía se analiza una nueva propuesta desde el pasado 2 de septiembre, si bien esperan que a lo largo de esta semana, con motivo del ascenso de Fernández a la presidencia y el desplazamiento de Juan López Bravo, se desbloquee una nueva alternativa a los 200 millones que el fondo Terramar Capital LLC se ha comprometido a inyectar en la firma de ingeniería.

El inversor estadounidense, cuyo historial de adquisiciones era desconocido en el país hasta el momento, se queda de nuevo fuera de los planes de la sindicatura de accionistas, que siempre ha sospechado de sus intenciones. Consideran que no tiene intención de reflotar la compañía, sino únicamente de hacerse con su control para llevar a cabo su despiece, vendiendo así los activos de mayor valor. Pese a todo, la urgencia que vive la compañía había llevado incluso a explorar a ambas partes a explorar una alianza durante las últimas semanas.

La entrada de los mal llamados minoritarios -realmente son el principal propietario de la compañía con el 21%- en el consejo ha llegado 'in extremis'. Desde Abengoashares relatan que han sufrido todo tipo de impedimentos para lograr sus objetivos. Uno ha sido la presentación fuera de plazo de sus propuestas de votación en la junta; otro ha sido la inadmisión de los derechos de votos suficientes para celebrar la junta ayer, jueves, en primera convocatoria. El equipo de la sindicatura ha seguido el evento de manera presencial y telemática, ya que el mismo Fernández se encontraba en Madrid y no ha podido viajar a Sevilla.

Solo la amenaza de desplegar acciones de responsabilidad social al ya antiguo consejo ha abierto la puerta en el último momento al entendimiento. De esta forma, cinco minutos antes de que se celebrase la junta de accionistas, Abengoa ha remitido un hecho relevante a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) anunciando el nuevo equilibrio en el primer escalón de responsabilidad. Tras la junta, se ha celebrado un nuevo consejo extraordinario, en el que Fernández ha sido nombrado presidente ejecutivo de la sociedad matriz. Este último nombramiento debe ser comunicado por el regulador bursátil en las próximas horas y ratificado en una posterior junta de accionistas, que previsiblemente se celebrará en unas semanas.

La SEPI debe responder

Queda por ver cómo digiere el aluvión de novedades la SEPI. La entidad dependiente del Ministerio de Hacienda está ahora mismo analizando el posible rescate de Abengoa, si bien quiere tener claro antes quién está el mando de la compañía. Así, la consultora PKF y Grant Thornton supervisan desde este verano una operación que ascenderá a aproximadamente 249 millones de euros, de los cuales la mayoría se articulará a través de un préstamo participativo.

Ninguno de los dos asesores de la SEPI dará el ok final a la operación mientras exista incertidumbre por la compañía. A ello se suma los distintos vencimientos de deuda que Abengoa tiene que afrontar en las próximas semanas. En distintas ocasiones, los acreedores han optado por ofrecer una dispensa de pago -permiso para incumplir los plazos, habida cuenta de que son otra parte interesada en que la compañía salga a flote. 

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