Eroski hace un guiño a sus acreedores y plantea ventas en Baleares y Canarias

  • La sociedad cooperativista vasca aspira a alargar el vencimiento de 1.600 millones de euros con los bancos, previsto para el 31 de julio de 2019.
Gasolinera de Eroski
Gasolinera de Eroski
EP

Toca convencer a la banca. El grupo cooperativista Eroski mantiene negociaciones, desde hace semanas, con los bancos acreedores para tratar de alargar los plazos y ganar tiempo. El objetivo: no tener que devolver de golpe los más de 1.600 millones que le vencen el próximo mes de julio. Y los bancos tienen claro que, cualquier acuerdo, pasa por un plan de desinversiones. Uno de esos movimientos puede conllevar pasos atrás en los dos mercados insulares: Baleares y Canarias, según indican fuentes próximas a las negociaciones.

Precisamente, en este último archipiélago, Eroski acaba de realizar su última operación. La firma de distribución ha cerrado la venta del centro comercial El Mirador, por 45 millones de euros, a la socimi General de Galerías Comerciales (GGC), controlada por el empresario murciano Tomás Olivo.

En estas negociaciones, Eroski trata de mantener el eje de su actividad, su esencia cooperativista, al mismo tiempo que adelgaza con alguna de las divisiones que contentarían a sus acreedores, que aspiran a que lleguen a un importe próximo a los 600 millones de euros.

Sobre la mesa habría estado la venta de Caprabo, la otrora cadena catalana cuya compra disparó el pasivo de Eroski a los 3.800 millones de euros justo antes de que se desencadenara la crisis y llegase la necesidad de apretarse el cinturón. Además de Caprabo, también se han barajado otras opciones de venta, de negocios de menor tamaño, como su división gallega Vegalsa, la de artículos de deportes Forum Sport o la agencia de viajes del grupo.

Negociaciones en curso

Eroski reconoció hace sólo unas semanas, al cierre de sus resultados semestrales, que "en estos momentos" mantiene "negociaciones con las entidades bancarias con el objeto de alcanzar un acuerdo para establecer el calendario de pagos de la deuda, más allá de la fecha actual, y adecuarla a la generación de flujos de caja, no teniendo dudas sobre que dichas negociaciones finalizarán con éxito en las próximas semanas".

Es optimista, a pesar de que el inminente vencimiento de su deuda está bajo la lupa de su auditora. KPMG, la firma que revisa sus cuentas, señala que, al cierre del primer semestre del año, su pasivo superaba a su activo (fondo de maniobra negativo) en más de 1.891 millones de euros. Recuerda KPMG que la empresa confía en cerrar con éxito el diálogo con la banca, pero asume que "esta situación indica la existencia de una incertidumbre material que puede generar dudas significativas sobre la capacidad del grupo como empresa en funcionamiento que dependerá del resultado de las negociaciones que se están llevando a cabo".

La sociedad vasca trata de convencer a la banca y, para lograrlo, en la primera mitad de su ejercicio consiguió amortizar 79 millones de euros del préstamos sindicado, que vence el próximo año, de los cuales 48 millones estaban dentro del calendario pactado y los otros 31 se amortizaron de forma anticipada.

Eroski negocia al mismo tiempo que vende activos, lo que impacta en su cuenta de resultados. El último movimiento fue la venta de 35 hipermercados a Carrefour y, como consecuencia de ello, su volumen de ingresos se redujo un 2% en la primera mitad de 2018, a 2.313,6 millones. También se multiplicó su beneficio, de 3 a 14 millones.

La firma de distribución quiere demostrar a los bancos que puede ser más pequeña y más rentable, virando su apuesta comercial a las franquicias en lugar de las tiendas propias. Una negociación en la que están entidades como Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia y Sabadell y que coincide en el tiempo con la crisis de Dia, que también mantiene reuniones para renegociar su pasivo. El tiempo dirá si los dos grupos españoles consiguen convencer a quienes les prestan dinero.

Mostrar comentarios