Adquisiciones en pagos y consultoría

Indra invierte 41 millones en compras tech antes de la nueva ola 'pro-militar'

La compañía semipública intensifica en 2021 su estrategia de adquisiciones en el área tecnológica. Ahora lo que busca es centrarse en Defensa, donde apenas ha habido operaciones en la última década.

De izquierda a derecha: Cristina Ruiz, consejera delegada de Minsait, Mar Murtra, presidente no ejecutivo del grupo, e Ignacio Mataix, consejero delegado de la rama de Transporte y Defensa en la junta de accionistas del grupo, celebrada este miércoles. INDRA 30/6/2021
Murtra, en el centro, junto a los dos consejeros delegados.
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Indra se ha conjurado este año 2022 para ganar tamaño en el área de Defensa asumiendo así el reto lanzado por el presidente del Gobierno. Pero antes de llevar a cabo este cambio de estrategia, la empresa semipública intensificó la actividad compradora de compañías tecnológicas tanto en España como en Latinoamérica. En total gastó más de 41 millones de euros para hacerse con un total de siete firmas españolas e internacionales. Esto representa un incremento muy significativo respecto a las transacciones firmadas en los años anteriores.

Todas las compras han sido ejecutadas principalmente por Minsait, la división tecnológica del grupo presidido por Marc Murtra. Algunas las ha protagonizado Sia, una filial de este holding que está especializada en ciberseguridad. La mayoría se circunscribe a la consultoría tecnológica en áreas como el comercio electrónico, la identidad digital o los pagos en internet. Pero ninguna de ellas se ubica en el negocio de Defensa (Sistemas), que apenas ha vivido adquisiciones en la última década. Sólo despunta la incorporación de la noruega Park Air System, especializada en sistemas de gestión de tráfico aéreo.

La operación tecnológica más destacada del pasado año es la de Flat 101, una consultora digital con 150 profesionales especializados en la optimización de ratios de conversión de las tiendas online para las industrias y en la gestión de presupuestos de captación de clientes digitales. El precio final no trascendió pero lo acaba de desvelar en las cuentas anuales junto a las del resto: 12,8 millones de euros en un primer pago, de los que quedan pendientes 1,4. A esto hay que sumar otros 11 millones que ya han sido provisionados para el bonus variable en función de objetivos (conocido en el argot como ‘earn out’).

Dos de las compras más relevantes se llevaron a cabo fuera de las fronteras españolas. Una de ellas fue Net Studio, una empresa italiana de ciberseguridad con más de 70 profesionales especializada en la identidad digital y la gestión de acceso. Para hacerse con ella abonó 7,3 millones y, a cierre de ejercicio, quedaban pendientes otros 1,3 millones. La otra le permitirá crecer en Colombia. Se trata de Consultoría Organizacional, fundada en el año 2000 y especializada en servicios de consultoría de sistemas SAP, es decir, de herramientas de la plataforma desarrollada por el gigante tecnológico alemán SAP. Por esta comprometió 8,7 millones, de los que aún se debe desembolsar algo más de un millón.

Las otras transacciones son algo más pequeñas. Gastó algo más de 2 millones en MSS Managed Security, una tecnológica alemana con sede en Mainz y que ofrece varios servicios de ciberseguridad. La filial Paradigma Digital se hizo con el 75% de las acciones de The OverView Effect, especializada en consultoría de sostenibilidad e impacto social, a través de una ampliación de capital en la que puso sobre la mesa 1,4 millones. Y por último quiso agrandar las capacidades tecnológicas para el procesamiento de tarjetas de crédito y de autorizaciones de tarjetas con la incorporación de la ecuatoriana Credimatic por un precio tentativo de 6,6 millones a falta de un ajuste definitivo.

El pasado mes de noviembre firmó la séptima compra, pero ésta no se ha hecho efectiva porque queda supeditada a las autorizaciones regulatorias chilenas. Compró Nexus, principal socio tecnológico de dicho país para el procesamiento de tarjetas de crédito. Por último, hay que referirse a Sateliot, la startup de la excúpula de Eurona dedicada a nanosatélites para ofrecer conexiones ultrarrápidas móviles 5G en zonas rurales remotas. Inyectó 3 millones de euros por el 11% de los títulos. No se trata de la compra de una mayoría accionarial con control, pero sí de una inversión tecnológica.

Esta hiperactividad compradora contrasta con el nivel de compras que mantuvo en los tres años anteriores. Esos ejercicios suman seis, menos que las registradas en 2021. Sí que ha cambiado algo más el perfil de compra. En esos ejercicios se reservó más dinero para una operación relevante. Por ejemplo se gastaron más de 72 millones en SIA, la empresa de ciberseguridad, o casi 40 millones por Advanced Control Systems (ACS), especializada en fabricación de sistemas de control y operación de redes de transporte y distribución de energía.

La hiperactividad compradora en el área tecnológica contrasta con las menores operaciones en los tres últimos ejercicios

Con todo esto en las espaldas, Indra afronta ahora una nueva etapa en la que busca crecer con compras dentro del área de Defensa. El propio consejero delegado de este área, Ignacio Mataix, se encargó de confirmarlo hace unos días en un encuentro con la plantilla de la división, desvelado por La Información. Esto sucedió sólo unos días después de que el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, hiciera un llamamiento para una consolidación de este sector, especialmente fragmentado, tanto en España como en Europa, y para un incremento significativo del gasto público en armamento.

La compañía participada por el Estado a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) ya ha puesto los ojos en ITP Aero, el fabricante de motores y turbinas, con Constantino Méndez, quien fuera secretario de Estado, como uno de los ‘pesos pesados’. Ahí podría compartir accionariado en el núcleo industrial español con el País Vasco. Además de esta compañía, hay un grupo de pequeñas compañías que podrían ser aspirantes como Santa Barbara, Sapa, Escribano o GMV (esta última es la más grande y, según explican varias fuentes del sector, la más inaccesible).

Fuera de las fronteras españolas también existen otras posibilidades para reforzar áreas menos potentes. Más recientemente, la compañía pujó por el 25% de Hensoldt, el fabricante alemán de sensores militares en manos entonces del fondo KKR, durante el primer semestre del año pasado. También estaban los grandes rivales europeos de Indra: Leonardo, Saab y Thales. Finalmente fue la primera, con sede en Italia, la que se llevó el gato al agua por 600 millones y dejó fuera a España.

En el lado corporativo, ya ha comenzado la cuenta atrás para que se celebre la junta general de accionistas clave para la particular ‘revolución’ que se trabaja entre bambalinas. Ya hay fecha: será el 23 de junio y a puerta cerrada, pues se emitirá por videoconferencia para los socios que quieran asistir. En esta reunión debería plasmarse el ‘sorpasso’ en el consejo, el incremento accionarial de la Sepi (que busca alcanzar el 28% de los títulos) y el potencial cambio en el organigrama convirtiendo a Marc Murtra en presidente ejecutivo. Estos días se ha conocido otra salida más de un alto directivo cercano a su antecesor: el responsable financiero, Javier Lázaro.

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