Con el Estado preparando su ascenso en Indra, controlando hasta el 28% del capital, el camino empieza a estar expedito para su gran ambición: crear un gran polo español de Defensa. Como paso previo, la empresa semipública pone ya los ojos sobre el fabricante de motores y turbinas del sector ITP Aero. Y desde el grupo presidido por Marc Murtra y la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) se baraja un nombre como ‘hombre fuerte’ dentro de la estructura del holding con sede en el País Vasco. Se trata de Constantino Méndez, quien fuera secretario de Estado, uno de los ‘pesos pesados’ en este sector.
El fondo Bain Capital se marcó el pasado mes de junio como plazo máximo para construir el consorcio que no había podido levantar en el segundo semestre del año pasado. De esta forma, dejaba la puerta abierta de una parte relevante (hasta un 30%) del accionariado para que aterrizaran socios españoles. Y tras el 'sorpasso' de la Sepi y Murtra en el consejo de administración, que se hará efectivo previsiblemente en la próxima junta general de accionistas antes del verano, en Indra se estudia la incorporación como actor clave con la compra de una participación relevante. Y esto vendría acompañado de un nombramiento importante.
Se baraja el nombre de Constantino Méndez, quien fuera secretario de Estado durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y con Carme Chacón como ministra, según precisan a La Información fuentes conocedoras. Con buen cartel y muy buenas conexiones en el sector, el hoy consultor de Defensa se ve con muy buenos ojos para ser la persona clave de la Sepi dentro de una ITP con fuerte presencia de Indra. Formaría un 'tándem' directivo junto con Marc Murtra (cercano al Partido Socialista de Cataluña), cuando este acabe asumiendo los galones ejecutivos en la presidencia de Indra.
Méndez estuvo entre los últimos nombres para el Ministerio de Defensa en el año 2018 tras la moción de censura de Pedro Sánchez. Finalmente fue designada Margarita Robles, que en un primer momento ambicionaba la primera vicepresidencia. Hoy ocupa puesto de asesor en varias consultoras. Una de ellas es Argos, una compañía de servicios de consulting estratégico en proyectos y soluciones tecnológicas para la Defensa y la Seguridad con muchos nexos de unión con las principales compañías del sector. Comparte comité con Julián García Vargas, quien fuera presidente de la patronal española de la industria de defensa (TEDAE). También es miembro del consejo asesor y 'senior advisor' en administraciones públicas de la consultora Llorente y Cuenca (LLYC).
El hoy asesor, en cuya tarea también ha estado dentro del entorno de la propia Indra, cuenta con una gran red de contactos y con muy buenas relaciones institucionales. Aún no se ha decidido en qué porcentaje entraría Indra en ITP Aero. Todo apunta a que será lo suficientemente relevante para convertirse en el primer paso para crear ese gran polo industrial de Defensa conformado por algunas de las compañías del sector, con el objetivo de ganar tamaño. Precisamente el propio Méndez fue el que verbalizó esa idea de crear un 'campeón nacional' en el año 2010, cuando ejercía como secretario de Estado.
Bajo la presidencia de Fernando Abril-Martorell se negoció en exclusiva con Rolls Royce para tomar una posición de control en ITP. Sin embargo, después de semanas de conversaciones, el primer ejecutivo daba un giro 'in extremis' y se levantaba de la mesa, dando por rotas las conversaciones. El grupo británico exigía un precio superior al fijado inicialmente a cambio de que la empresa española pudiera mantenerse como licenciatario. Esto generó cierto malestar en el Ministerio de Defensa, que había empujado para que se llevara a cabo. Dos años después, el fabricante con sede en el País Vasco volvió a tener el cartel de 'Se Vende', pero en este caso Abril-Martorell optó por no entrar. Fue una de las últimas gotas que colmaron el vaso para su cese, impulsado por la propia Sepi.
En esa decisión, Abril tuvo el respaldo lógico del responsable de Defensa y uno de sus 'hombres fuertes' en Indra: Ignacio Mataix. Finalmente, ya con la nueva correlación de fuerzas, el que hoy ocupa el puesto de co-CEO -junto a Cristina Ruiz- de la empresa semipública se ha mostrado mucho más proclive a esta transacción. Aún así, su relación con el Ministerio de Defensa no ha pasado precisamente por su mejor momento justo cuando se avecina una fuerte reorganización operativa tras el futuro nombramiento de Marc Murtra como presidente ejecutivo.
Las F-110, en negociación
Mientras tanto, en el Ministerio dirigido por Margarita Robles siguen trabajando a pleno rendimiento con el gigante norteamericano Lockheed Martin y el propio Gobierno de Estados Unidos con el objetivo de recuperar totalmente el contrato para la fabricación de la antena digital del radar de las cinco fragatas F-110 de la Armada Española. Según explican varias fuentes conocedoras, se busca evitar cualquier tipo de compensación ante la decisión de los estadounidenses de intentar cancelarlo anticipadamente (tenía una duración de ocho años, hasta el año 2027) y volver a asmir los trabajos con total normalidad.
Para conseguirlo se está también utilizando el argumento de un potencial retraso en un pedido a Navantia. Hay que recordar que ésta última, empresa pública en manos de la Sepi, optó por no acudir de manera directa a Indra, sino que contrató a la estadounidense para que ésta acabara subcontratando a la española. El proyecto implicaba más de 150 millones de euros en pedidos y la creación de más de un centenar de puestos de trabajo. Se espera tener una decisión definitiva antes del verano.
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