Plan ahorro. Zapatero sugiere a rajoy que pregunte a dios qué hacer con la energía

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se burló hoy del "plan como Dios manda" que le ha exigido en materia energética el presidente del PP, Mariano Rajoy, diciendo que "eso sí que es una propuesta, un programa sistemático, coherente, pensado, articulado y de largo alcance", y recomendándole "que hable con Dios y le diga lo que hay que hacer".
En su comparecencia conjunta con el presidente de Chile, Sebastián Piñera, tras el encuentro que mantuvieron ambos en el Palacio de La Moncloa, Zapatero justificó las medidas adoptadas para reducir el gasto energético, como la limitación a 110 km/h en autopistas y autovías, reivindicando que "ante circunstancias excepcionales hay que tomar medidas transitorias" en todos los aspectos de la vida, además de otras estructurales.
Aseguró que, en las primeras, el Ejecutivo ha "seguido las recomendaciones de los organismos especializados", como la Agencia Internacional de la Energía, que ha estudiado qué disposiciones permiten ahorrar más petróleo. "Hemos puesto 20 medidas encima de la mesa", defendió, "y todavía estamos esperando a que el principal partido de la oposición ponga una sola. A no ser que diga que la subida del precio del petróleo también es culpa mía".
Por eso, aunque se mostró dispuesto a "llegar a acuerdos de más calado" con el PP en materia energética, defendió que el Gobierno lleva "dos años trabajando" en este sentido y recalcó que "no es de recibo" hacer ciertas comparaciones que se han hecho entre el ahorro que permite la reducción de la velocidad y la producción energética de las centrales nucleares, porque extender la vida útil de éstas "no arregla para nada el precio del petróleo", que es lo que consumen los automóviles.
El problema de España, subrayó, no es de potencia energética, sino de dependencia de una de sus fuentes, el petróleo. Y la reducción de la velocidad no supone un "esfuerzo de austeridad" para reducir el déficit público, sino de "disciplina", porque, "si hay margen de ahorro energético, tenemos que ahorrar", que es bueno para las familias y la Administración.