Más madera para los aviones no tripulados de vuelos perpetuos con ADN español. La compañía hispano-estadounidense Skydweller Aero acaba de levantar 30 millones de euros de deuda en uno de los programas principales del Banco Europeo de Inversiones (BEI) para financiar los desarrollos tecnológicos y las operaciones en un proyecto cuya inversión total se ha fijado en 114 millones. La compañía ya ejecutó una ronda de capital relevante hace un par de años liderada entre otros por Leonardo, la ‘Indra italiana’.
Esos 30 millones de euros servirán para respaldar todas las actividades de I+D y gastos operativos y de capital de la empresa, “centrándose en la producción previa a la fase en serie”, tal y como queda reflejado en la documentación oficial del BEI consultada por La Información. El coste del proyecto se realizará en Italia y España. En este último país cuenta con la principal sede y el mayor número de empleados. La compañía dio sus primeros pasos a caballo entre Estados Unidos, donde están sus fundadores y las principales cabezas visibles del equipo directivo, y España, debido a sus condiciones meteorológicas y a su regulación.
Esa fase previa a la producción en serie es precisamente la que está en vigor. El coste total de este proyecto financiado por el BEI es de 114 millones de euros -en los que se incluye la financiación con deuda ya aprobada-. Hay que tener en cuenta que a mediados de 2021 anunció una ronda de financiación de 40 millones liderada por Leonardo y los fondos Marlinspike Capital y Advection Growth Capital. Ésta se habría hecho en diferentes fases.
La transacción fue aprobada por el BEI en los últimos días de septiembre. Se ejecutará a través del programa llamado ‘Innovación Temática’ de la entidad pública. Se trata de un proyecto que aporta financiación a través de lo que se conoce como ‘venture debt’. De esta ya se han beneficiado otras startups españolas como Inbrain Neuroelectronics que captó en junio 20 millones para avanzar en tratamientos para trastornos del cerebro o la biotecnológica Som Biotech, que recaudó 8 millones a principios de este año.
El proyecto de la startup hispano-americana aprobado por el BEI se desarrollará a caballo entre España e Italia
Skydweller surgió de un primer proyecto llamado Solar Impulse, el proyecto liderado por Bertrand Piccard por el cual se dio la vuelta al mundo en 17 etapas sin combustibles fósiles en 2016. Ese fue el germen para poner en marcha la compañía. En 2019, la empresa adquiere toda la propiedad intelectual de Solar Impulse y del propio prototipo de avión. Unos meses antes se constituyó la filial española, pues el objetivo del equipo era concentrar todo el desarrollo tecnológico y las pruebas en España -especialmente en Castilla y la Mancha-. Todo el equipo directivo se encuentra en territorio americano, pero el grueso de la plantilla y del equipo de ingeniería y pruebas está en la sede en Ciudad Real (en España se acerca al centenar de empleados de los 130 con los que cuenta).
Alianzas y futuro
En 2021, anunció la primera adjudicación de un contrato público con la Marina de los Estados Unidos por más de 5 millones de dólares para demostrar las capacidades y el rendimiento de la solución para vuelos de larga duración. A partir de ahí se han llevado a cabo algunos acuerdos de colaboración con grandes corporaciones como el que suscribió con Telefónica para explorar potenciales soluciones para la conectividad. También se logró la firma a mediados del año pasado de un contrato con la Unidad de Innovación de Defensa de la Marina de 14 millones de dólares.
El avión no tripulado funciona con energía solar y busca llevar a cabo vuelos perpetuos. Lo hace por encima del tráfico aéreo con una altitud de unos 45.000 pies. Tiene gran capacidad lo que permite incluir todo tipo de herramientas tecnológicas que sirvan para áreas de actividad como las telecomunicaciones (dando conectividad 5G a zonas más despobladas), las emergencias o la vigilancia fronteriza. Según informó la empresa el pasado mes de febrero, se completaron las pruebas de vuelo desde la base aérea de Albacete sin intervención humana (aunque con presencia de piloto en cabina). El siguiente paso es incorporar carga útil. Y por último completar pruebas de vuelo completamente autónomos.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios