Tras varios inconvenientes por la falta de suministros, situación que obligó a algunas de las plantas de la compañía automovilística a parar, Stellantis cierra el primer trimestre de 2022 con unos ingresos de 41.500 millones de euros, un 12% más que en el mismo período del año anterior, según anunció este jueves el grupo. Unos ingresos que el director financiero de la firma, Richard Palmer, asoció a la solidez de los precios netos, a una combinación favorable de vehículos y a los efectos positivos de las divisas, lo que permitió esquivar una caída del volumen de ventas, que fue del 12 %.
En esta tónica, Palmer relaciona el descenso en la venta de coches al desabastecimiento por el que la empresa no recibió parte de sus pedidos de semiconductores. No obstante, "a pesar de los problemas de suministro y los efectos de la inflación, confirmamos nuestro objetivo para todo el año de un margen operativo actual de dos dígitos y un flujo de caja positivo, apoyado por el buen impulso de los productos y las sólidas asociaciones estratégicas", añadió Palmer.
Otro de los resultados que han destacado desde el grupo es el incremento del 50% registrada en las ventas de coches eléctricos a nivel interanual. Vehículos como Jeep Grand Cherokee o el Wagoneer/Grand Wagoneer en Norteamérica, y el DS 4 o el Fiat New 500 en Europa, así como una gama ampliada de vehículos comerciales ligeros se encontraron entre los modelos más demandados. Por otro lado, el Peugeot 208 y el Fiat Pulse y Cronos contribuyeron al liderazgo del grupo en el mercado sudamericano.
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