(AMPLIACIÓN) SANCHÍS CREE “TODO LO QUE DIGA” BÁRCENAS PERO NO QUE EXISTIERA LA CONTABILIDAD PARALELA

Ángel Sanchís, tesorero de Alianza Popular entre 1982 y 1987, aseguró este jueves en el Congreso de los Diputados que cree “todo lo que diga” su sucesor Luis Bárcenas porque le conoce desde que era niño y le merece “todos los respetos”. Precisó, sin embargo, que no cree que existiera la contabilidad paralela que él esbozó en sus papeles.
Sanchís compareció en la comisión parlamentaria que investiga la financiación ilegal del PP y explicó que conoció a Bárcenas cuando tenía siete años, de hecho, en algún momento su padre le ayudó, cuando acabó la carrera le empleó en una de sus empresas y es una de las personas que comenzó trabajando para el partido pero pagada por él.
Precisó después, sin embargo, que nunca tuvo conocimiento de que existirieran los papeles del extesorero porque “jamás” nadie le dijo que hubiera una contabilidad paralela. “Jamás me contó eso, jamás me lo dijo” y por ello se quedó “sorprendidísimo” cuando aparecieron y “se lo recriminé” cuando salió de prisión, por lo que desde entonces su relación es “más fría” aunque sigue teniendo “respeto por él”.
“Yo creo en su presunción de inocencia”, aseguró, al tiempo que reconoció que las informaciones sobre esa contabilidad paralela le suenan “a chino”. Explicó que no sabe si esas afirmaciones son fruto “del cabreo”, “de la indignación” o de que “se siente abandonado”, pero su conclusión es que esa contabilidad “no existía”. Precisó que no se siente "traicionado" por él aunque sí "decepcionado" porque no se haya comportado con "honestidad" y diciendo "la verdad". Se atendrá a la "verdad judicial", puntualizó, "no la actual".
A preguntas de la portavoz de Unidos Podemos, Carolina Bescansa, explicó que la esposa de Bárcenas, Rosalía Iglesias, fue accionista de una de sus empresas durante unos años y con una participación "muy pequeña". La empresa, dedicada a la generación de energía eléctrica, fue vendida hace unos quince años y cada accionista "se llevó lo suyo".
Reconoció, por ser “osado” y a pesar de creer que sus abogados le aconsejarían no responder a esas preguntas, que Bárcenas le hizo un préstamo de tres millones de euros, para dotar de capital circulante a una empresa que creó en Argentina para comercializar sus exportaciones y que por sus características no tenía patrimonio y por tanto no podía obtener créditos bancarios.
Ese crédito se acordó en octubre de 2008 y se formalizó en los primeros meses del año siguiente. La detención de Francisco Correa y el comienzo de la investigación de esa financiación, aseguró en respuesta a la portavoz de Ciudadanos Melisa Rodríguez, no tuvo nada que ver.
En esa época, aseguró, sus empresas acumulaban unos sesenta millones en créditos, cifra que aportó para restar peso a ese préstasmo concedido por Bárcenas. Minutos después precisó que no se lo concedió él personalmente sino una de sus sociedades, Sine Qua Non.
Después explicó que fue a un banco en Suiza no porque le enviara Bárcenas sino porque quiso comprobar por sí mismo la trazabilidad de esos tres millones de euros. “Soy un ordenado comerciante”, además de exbanquero, argumentó, y quiso “saberlo todo”.
Sanchís reiteró que en Alianza Popular “nada más había una contabilidad” y subrayó, al ser preguntado por las conversaciones del ‘caso Naseiro’, que fueron “manipuladas” porque se presentaron “troceadas” ante el juez, motivo por el que fueron anuladas como prueba.
FRAGA, UN "GRAN DEMÓCRATA"
Explicó que conoció a Fraga antes de ser tesorero, siendo responsable de una entidad bancaria, porque organizaba cenas con amigos “y recaudaba dinero para él”. “Don Manuel y yo íbamos a cenar a muchas casas” en las que unos amigos atraían a otros y llegado un momento “don Manuel se iba” y le dejaba a él explicando la precariedad del partido y “pasando la gorra”.
Relató cómo personas individuales y también empresarios acudían a la sede y entregaban talones, que cuando eran de una cierta cantidad los recogía el propio Fraga, pero todo entraba dentro de la legalidad en aquel momento, recalcó, y siempre a cambio de nada como lo había hecho él mismo durante años, no solo no obteniendo nada a cambio sino además teniendo que "devolver favores" después.
En sus respuestas, Sanchís elogió la figura de Fraga hasta el punto de asegurar que para él fue “menos mi padre, todo”. A preguntas del portavoz de ERC, Joan Tardà, insistió además en que demostró ser “un gran demócrata y un gran español” que hizo “mucho” por la democracia y por España aunque no se le haya reconocido. “Muchos mantendremos su memoria donde le corresponde”, añadió.
Cuando Tardà le alertó de que en Europa no podría reivindicar una figura como la de Fraga porque en países como Alemania es ilegal, respondió que no se pueden juzgar los hechos “extemporáneamente” porque “no es justo”. “Esta no es la España que yo tenía hace cuarenta años”, dijo, abogando por “pasar página”.
Precisó que jamás estuvo como “empleado” del PP cobrando un sueldo, y que de hecho cinco personas de sus empresas seguían siendo pagadas por él pero trabajaban para el partido, una de ellas Bárcenas. “Cometí el error de meterme en política”, comentó.
Aseguró que las donaciones se pedían “a título personal” y que en una ocasión, siguiendo las directrices de una agencia de publicidad, enviaron “cientos de miles de cartas” pidiendo a los ciudadanos donaciones de hasta 10.000 personas.
Aseguró también que Alberto Ruiz-Gallardón “se precipitó” en el informe que hizo sobre las cuentas del partido y que después, cuando tuvo toda la información, “rectificó” y a él le pidió “las excusas necesarias”. Gracias al ‘caso Naseiro’ él salió de la política y “fue una liberación”, subrayó.
Cuando el socialista Sicilia le aseguró que según los datos Alianza Popular sobrepasó los gastos permitidos en la campaña electoral de 1986 respondió inicialmente que no lo recuerda y posteriormente admitió: “Puede ser, tendrá usted razón”.

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