(AMPLIACIÓN) REFUGIADOS. RAJOY OFRECE POR CARTA A SÁNCHEZ CONSENSUAR UNA "POSICIÓN COMÚN"

- Reprocha a Sánchez que use la crisis humanitaria para el "debate político partidista" y le exige "solidaridad, responsabilidad y coherencia". El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, envió este sábado una carta al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, en la que le ofrece sentarse a negociar una "posición común" sobre la crisis de los refugiados, con el objetivo de que España tenga un criterio compartido por los dos principales partidos políticos.
En una misiva de cuatro folios difundida esta tarde por la Presidencia del Gobierno, Rajoy contesta con tono duro a la que Sánchez le mandó el viernes para exigirle que reconsiderara su negativa a comparecer en el Congreso de los Diputados por este motivo y que escuchara la voz de todos los partidos para ir a Bruselas en representación de todos ellos.
Rajoy garantiza su "disponibilidad" para hablar de este asunto y se compromete a que el Gobierno se sentará a negociar "con el interlocutor que usted designe" con el fin de adoptar una "posición común" sobre la materia.
Con un tono serio, el jefe del Ejecutivo en funciones recuerda al socialista que "si asumimos los compromisos que asumimos unánimemente en la pasada Legislatura, también todos -incluido usted- deberíamos respetar el que exige excluir esta grave crisis humanitaria del debate político partidista". "Debemos actuar con solidaridad, responsabilidad y coherencia".
Traslada a Sánchez que "la unidad de los demócratas españoles y la concertación de los Estados europeos es la mejor forma de afrontar el sufrimiento de miles de personas que huyen del terror" y recuerda al PSOE "que sus exigencias de seguir respetando la legalidad internacional y europea en este asunto no son mayores que mi convicción de que ése es el único camino posible".
CUMPLIR LA LEGALIDAD
Rajoy replica a Sánchez que esa convicción es la que "ha guiado todas y cada una de mis decisiones como presidente del Gobierno y que se ha mantenido inmutable durante toda mi carrera política".
Garantiza que la acción del Gobierno en funciones en esta crisis "ha estado, está y estará guiada en todo momento por la disposición a ofrecer solidaridad y apoyo a las personas necesitadas de protección internacional". Su objetivo, según insiste, es "evitar en primer lugar la tragedia de pérdida de vidas humanas de personas que huyen de conflictos armados, del terror o de la violación de sus derechos fundamentales".
Rajoy reconoce que, entre otras cosas, está "dispuesto a participar en la facilidad financiera" para que Grecia y Turquía puedan hacer frente a la crisis humanitaria a la que se enfrentan por la llegada constante de decenas de miles de refugiados.
También promete a Sánchez que la información sobre los acuerdos que se alcancen en Bruselas la semana que viene llegará a los grupos parlamentarios en el Congreso gracias a la comparencencia del secretario de Estado para la UE, como el Gobierno anunció tras el Consejo de Ministros del viernes.
DISUADIR A LOS REFUGIADOS
Rajoy recuerda a Sánchez que la declaración que los jefes de Estado y de Gobierno de la UE adoptaron el pasado lunes para que los refugiados que lleguen a Grecia sean expulsados a Turquía "no constituye un acuerdo" con ese país, sino que tiene como objetivo fundamental "disuadir a los refugiados de que pongan en peligro su vida en la travesía por mar hasta las islas griegas y frenar la actuación de las mafias que trafican con sus vidas".
Aunque se llegara a ese caso, aduce que la devolución "sería una responsabilidad del Gobierno griego acordada con el Gobierno turco" y, en este sentido, recuerda al líder socialista que "la competencia para la protección de las fronteras exteriores de la UE corresponden a los estados miembros, en este caso a Grecia".
Finalmente, subraya que los servicios jurídicos de la Comisión Europea "consideran que la devolución inmediata sería legal desde el punto de vista del Derecho Internacional" siempre que respete la política de asilo. En ningún caso supondría una modificación de la legislación europea porque el Consejo Europeo "no tiene funciones" para ello.