Gallardo, en el marco de una entrevista concedida a Europa Press, ha manifestado que el hecho de no formar piezas separadas cuando ello sí es posible significa además "prorrogar el sufrimiento de las personas investigadas y poner en riesgo incluso el buen fin de la instrucción", punto en el que ha abogado por "cambiar el chip que se ha venido utilizando en la instrucción de algunas 'macrocausas'".
El decano de los abogados sevillanos ha realizado estas declaraciones al referirse a la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal que fija los plazos máximos de instrucción, lo que a su juicio "incrementará la burocracia de la oficina judicial", aunque ha confiado en que, "en la práctica, no tendrá efectos dramáticos de archivos por el transcurso de ese plazo legal".
"Los juzgados ya están considerando una obligación rutinaria la de ampliar automáticamente los plazos sea o no razonable esa ampliación, aunque yo creo que el incumplimiento de tales plazos difícilmente podría conducir al archivo de las actuaciones", ha aseverado Gallardo, que ha querido dejar claro que, con esta reforma, "no se ha inventado nada" y "simplemente se ha añadido innecesariamente una carga burocrática más a los juzgados".
"PRESCRIPCIÓN CONSTITUCIONAL"
Gallardo ha aseverado, al hilo de ello, que "son absolutamente inadmisibles las enormes dilaciones que se producen en muchos procesos", por lo que ha opinado que "para acabar con estas dilaciones vergonzosas, que a veces se producen en asuntos muy mediáticos, deberían adoptarse otro tipo de medidas distintas" a la de duración máxima de la instrucción que recoge la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
De este modo, ha abogado por "dotar de medios a los juzgados, instaurar un nuevo estilo de funcionamiento de la maquinaria judicial, e incluso sancionar con prescripción constitucional las dilaciones indebidas cuando éstas sean escandalosas por la demora que impliquen".
Gallardo ha opinado que, en la práctica, el precepto de la reforma referido "no va a condicionar la tramitación" de las 'macrocausas', "aunque sí propiciará el desglose de nuevos autos para investigar hechos delictivos enjuiciables separadamente".
"NUEVA MENTALIDAD" EN LA INSTRUCCIÓN
En las denominadas 'macrocausas' "es responsabilidad de los instructores y fiscales acotar adecuadamente los hechos objeto de investigación en la causa", lo cual "exige una nueva mentalidad en la instrucción, pues hasta ahora en muchos casos se ha venido abusando considerablemente de la potestad inquisitiva del instructor".
"Céntrese y concrétese el objeto de la investigación en cada proceso sin perjuicio de que se abran cuantas causas distintas puedan resultar pertinentes", ha subrayado Gallardo.
Durante la entrevista, el decano de los abogados sevillanos también se ha referido a la pieza separada del procedimiento específico por el que se concedieron las ayudas investigadas en el caso de los ERE fraudulentos, dentro de la cual han sido procesados los expresidentes de la Junta Manuel Chaves y José Antonio Griñán.
Ha dicho que la Audiencia Provincial, encargada de enjuiciar esta pieza separada, "tendrá que hacer un esfuerzo para juzgar causas con numerosos acusados", añadiendo que "la justicia funciona a duras penas, pero fundamentalmente gracias al personal humano que la sirve", punto en el que ha lamentado que, "en muchos casos, esos servidores de la justicia se ven absolutamente sobrepasados por la extensión y las dificultades inherentes a todas las 'macrocausas'".
"Todo se acabará resolviendo, pero hay que insistir en que es imprescindible tramitar en piezas separadas todo lo que sea separable conforme a la lógica de los hechos y conforme a criterios de coherencia", ha aseverado Gallardo.
NORMAS DE REPARTO PARA EL ENJUICIAMIENTO DE LAS 'MACROCAUSAS'
De igual modo, ha considerado "absolutamente razonable" que los magistrados de las secciones penales de la Audiencia estén debatiendo sobre cómo será el reparto de las 'macrocausas' que ellos han de enjuiciar en los próximos años. "Siendo previsible que en los próximos meses y años lleguen diversas 'macrocausas' a la Audiencia, es lógico que los magistrados establezcan unas normas de reparto que resultan absolutamente imprescindibles para posibilitar el buen éxito de esos enjuiciamientos", ha dicho.
Y es que, "de no existir esas normas podrían corresponderle dos o tres 'macrocausas' a una misma Sección de la Audiencia y entonces el colapso sería ya total", ha señalado Gallardo, que ha incidido en que, "por razones de respeto a la figura del juez predeterminado por la ley y por razones prácticas de posibilitar el funcionamiento de la justicia, son absolutamente imprescindibles unas normas y criterios de reparto".
Gallardo no ha querido pronunciarse sobre las diferencias existentes entre las metodologías de trabajo desarrolladas por las juezas Mercedes Alaya y María Núñez Bolaños, y simplemente ha afirmado que, "especialmente en las causas mediáticas el tiempo acaba evidenciando cuándo la instrucción ha sido la correcta y adecuada o cuándo se produjeron actuaciones instructoras innecesarias que acabaron perjudicando el buen fin de la investigación judicial".
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