Según ha puesto de manifiesto durante su declaración como testigo en el caso Nóos, se trasladó hasta Estados Unidos no 'motu proprio', sino en calidad de consejero de Telefónica -empresa de la que también formaba parte Urdangarin- y como "persona de confianza del Rey Juan Carlos". Una vez allí, ha señalado que inquirió al matrimonio acerca de su postura con la causa.
Sin embargo, respecto al resto de cuestiones que afectan a los negocios del exduque, De Almansa, jefe de la Casa Real entre 1993 y 2002, ha asegurado no conocer "absolutamente nada".
"Era completamente ajeno a las actividades privadas de Urdangarin", ha asegurado el testigo, quien ha incidido en que no se interesaba por las mismas ya que "no era mi trabajo". Mostrando un completo desconocimiento sobre éstas, De Almensa ha señalado que ni siquiera conoció las pretensiones del exduque que culminaron en la constitución, en 2003, del Instituto Nóos.
En el mismo sentido se ha pronunciado sobre Aizoon, la empresa de la que son copropietarios tanto la Infanta como Urdangarin.
Preguntado sobre el exsecretario personal de las Infantas Carlos García Revenga, el testigo ha recordado que "era vocal asesor en relación con las Infantas, pero desconozco su relación con Urdangarin". En cuanto al exasesor externo de la Casa Real y Conde de Fontao, José Manuel Rojmero, ha manifestado que no le informó "de nada".
"Yo dejé de ser jefe de la Casa Real en diciembre de 2002", ha insistido De Almansa, quien ha comparecido de forma presencial en el juicio a propuesta de la defensa de Urdangarin.
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