MADRID. BARBERO DEPLORA LOS INSULTOS A POLICÍAS EN UNA FUNCIÓN DE SAN ISIDRO PERO RECUERDA QUE NO SON DELITO

El delegado de Salud, Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento de Madrid, Javier Barbero, tachó este martes de “indecentes” e “indignantes” los insultos a policías municipales en una actuación de las pasadas fiestas de San Isidro, pero recordó que no son delito, porque “los límites a la libertad de expresión no los marcan nuestros malestares".
Barbero intervino junto a la concejala presidenta de Arganzuela, Rommy Arce, en la comparecencia de ésta que solicitó el PP por estos hechos, en los que el grupo de rap Émbolo, que actuó en Arganzuela durante las fiestas, escupió en un momento determinado “Me cago en la puta madre de la Policía Nacional, la Guardia Civil y la Policía Municipal”.
La concejala del PP lnmaculada Sanz Otero inició el debate preguntando a Arce si habría tolerado insultos semejantes contra ella o sus compañerosde gobierno y le afeó que el informe de la Policía Municipal sobre aquellos hechos se haya “guardado en un cajón” sin que nadie del Gobierno haya salido a defender a los agentes.
POLICÍAS HARTOS
“Los policías municipales están hartos de ustedes”, aseguró Sanz Otero, quien invitó a Arce a desmentir los hecho o bien “irse a su casa”, porque “no es digna” de su puesto, y a la alcaldesa, Manuela Carmena, le preguntó si se iba a “volver a tapar los ojos” ante las acciones de sus concejales. “No puEde seguir haciendo como que no ve nada. Tiene que cesar de inmediato a la señora Arce o tiene que dimitir”, finalizó.
Arce quiso contextualizar los hechos en las fiestas de San Isidro y su programación en colaboración con proyectos autogestionados que llevan años enriqueciendo el panorama cultural y de forma gratuita. Del grupo Émbolo dijo que tiene un “fuerte contenido de protesta y humor”, sólo que algunos policías municipales la consideraron “ofensiva”.
Ella, aseguró, acudió al lugar a escuchar el malestar de los agentes y reconoció su derecho a sentirse ofendidos, pero reivindicó la libertad de expresión y la libertad artística, que está protegida a la altura de otros derechos fundamentales, y confió en que el PP esté de acuerdo en esta premisa, pese a su “socavamiento” de la separación de poderes.
De ahí pasó a enumerar casos de corrupción del PP y de las supuestas presiones al poder judicial, para que agregar que “no existe el derecho a no ser ofendido”. “Los poderes públicos no pueden limitar ni censurar las expresiones que consideremos ofensivas”, sentenció, poniendo como ejemplo la defensa de los humoristas de la revista ‘Charlie Hebdo’ pese a haber ofendido a musulmanes.
Barbero fue rotundo al calificar la actuación de Émbolo como “una barbaridad, una indecencia”, y sus palabras de “indignantes” y ”éticamente reprobables”, y justificó no haberlo dicho antes “para no hacer publicidad” al grupo. “Entiendo y comparto el malestar de la Policía”, corroboró.
Sin embargo, a continuación atribuyó los mismos calificativos a las manifestaciones del expresidente del Gobierno José María Aznar afirmando que había armas de destrucción masiva en Irak, como punto de partida para situar los hechos en el terreno de la opinión, donde lo único que se ha de juzgar es si hubo delito en la actuación de Émbolo. “Los límites a libertad de expresión no los marcan nuestros malestares, opiniones o gustos”, sentenció.
NO ES PUNIBLE
El delegado de Seguridad explicó que se elevó el informe de los policías municipales allí presentes a la asesoría jurídica del Ayuntamiento y que ésta concluyó que los hechos no eran punibles, lo que sólo se habría producido si el artista hubiera mostrado resistencia o desobediencia grave al ser identificado por los agentes. Y justificó el principio de intervención mínima que ha de regir todas las actuaciones policiales. Por eso, defendió como “impecable” la actuación de los agentes y de la propia Arce.
Desde Ciudadanos, Ana María Domínguez contestó a Arce que quien utiliza su cargo para representarse a sí misma no es digna de representar a los madrileños y le recordó su supuesto historial de faltas de respeto a la oposición o los cuerpos de autoridad en Arganzuela, y de defensa de personas como Andrés Bódalo, concejal andaluz de Podemos condenado por agredir a otro del PSOE.
En nombre del PSOE, Ramón Silva afeó a Arce que no le hubiera costado nada formular un desagravio a la Policía Municipal por aquellos insultos y lamentó que, tras 40 años de democracia, algunos sigan viendo a los Cuerpos de Seguridad como si lo fueran de la dictadura franquista.
En su segunda intervención, Sanz Otero mencionó una carta del 90% de los altos mandos de la Policía Municipal, que aseguran que Ahora Madrid implanta una policía ideológica, y siguió haciendo repaso a la trayectoria de Arce para terminar pidiendo su cese.
Ésta última atribuyó esta carta a un sindicato concreto de la Policía y dijo que los insultos de Émbolo forman parte de “la liturgia del rap” y son “una ficción” en el marco de un espíritu provocador, y lamentó que “parece que vamos para atrás” respecto a los años 80 y la Movida madrileña en materia de libertad y apertura, lo que le parece “una peligrosa involución”.
Barbero cerró el debate achacando al PP su supuesto interés en instrumentalizar instituciones como la Policía y defendiendo la libertad de expresión.

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