Condenan a 6 años de cárcel a un hombre que golpeó a otro con una barra de hierro tras una pelea que empezó por mirarse

  • La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a seis años y seis meses de cárcel a Daniel R.E por un delito de homicidio en grado de tentativa después de que agrediera en la cabeza con una barra de hierro a un hombre que estaba esperando a sus hijos a las puertas del colegio.
Condenan a 6 años de cárcel a un hombre que golpeó a otro con una barra de hierro tras una pelea que empezó por mirarse
Condenan a 6 años de cárcel a un hombre que golpeó a otro con una barra de hierro tras una pelea que empezó por mirarse
EUROPA PRESS
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Según señala la sentencia de la sección nº2 la Audiencia Provincial de Madrid, contra la que cabe interponer recurso de casación, Daniel R.E también está condenado a abonar una multa de 3.600 euros por un delito de daños, a indemnizar con 269.244,54 euros al afectado Manuel O.T en concepto de responsabilidad civil y a pagar 1.325,76 euros a la empresa propietaria del coche en el que se encontraba el afectado.

La sentencia relata que mientras paseaba a su perro, el condenado se cruzó con la víctima en la puerta de un colegio cuando esperaba la salida de sus hijos.

Tras un cruce de palabras por un hecho que los magistrados califican en la sentencia como "irrelevante" y es que uno miró con 'mala leche al otro y le dijo 'qué te pasa, te gusto?', a lo que el otro contestó: " ¿qué te gusto yo?', ambos varones se enzarzaron en una pelea.

Acabado en enfrentamiento, el condenado fue a su casa, cogió una barra de hierro, bajó a la calle, buscó al hombre, que se encontraba en el interior del coche ya con los hijos dentro, destrozó la ventanilla y al salir el afectado del vehículo para pedir explicaciones, le golpeó con la barra de hierro en la cabeza hasta el punto de que fueron necesarios 350 días impeditivos (de ellos 27 en la UCI) para recuperarse de las heridas.

Todo lo practicado en el juicio confluye para determinar que la intención del agresor fue homicida, tanto por la forma de producirse la agresión como por infringirla con una barra de hierro que subió a buscar a su casa, como por el golpe certero propinado en la cabeza, con un dolo directo de matar y el hecho de que el primer altercado lo provocara él mismo, pues "no se alcanza a deducir que lo iniciara alguien que se encontraba hablando con el conserje del colegio mientras esperaba que sus hijos menores de edad salieran de clase".

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