Elecciones locales en Líbano: una plataforma ciudadana frente a los partidos

Los libaneses comenzaron a votar el domingo en unas elecciones municipales en las que, por primera vez, una plataforma ciudadana rivalizará en la capital, Beirut, con los denostados partidos tradicionales, acusados de corrupción e incompetencia.

Los centros electorales abrieron sus puertas a las 04H00 GMT en Beirut y en dos gobernaciones de la región de Beka (este), donde se celebra la primera etapa de estas elecciones que continuarán hasta el 29 de mayo en las otras cinco gobernaciones del país. La votación comenzó sin incidentes, precisó el ministerio de Interior.

Se trata de los primeros comicios organizados a nivel nacional en seis años, desde las pasadas elecciones de 2010 en un país sin presidente desde hace dos años, sin nuevo parlamento desde 2009 - el actual prolongó por decisión propia su mandato- y que se encuentra paralizado por divisiones políticas exacerbadas por el conflicto en la vecina Siria.

La gran novedad de estas elecciones es la aparición de una lista formada por 24 candidatos independientes, "Beirut Madinati" ("Beirut es mi ciudad", en árabe). Esta plataforma entra en desafío directo a las formaciones políticas tradicionales como la del exprimer ministro Saad Hariri, cuyo partido "Corriente de Futuro" suele hacerse con la municipalidad de Beirut.

"Incluso si un solo candidato de 'Beirut Madinati' gana, será una victoria para la sociedad civil. Estamos hartos de esta clase política corrupta", declaraba Elie, un empleado de 43 años, a la salida de un centro electoral en Beirut.

Los movimientos de la sociedad civil, que raramente han logrado imponerse en la arena política libanesa, se han magnificado tras la "crisis de la basura", que puso de manifiesto en 2015 la inacción de los dirigentes, denunciada por masivas manifestaciones sin banderas políticas, hecho inédito en Líbano.

"Beirut Madinati" es una lista compuesta por empleados, docentes, periodistas, pescadores o artistas, como la famosa directora Nadine Labaki ('Caramel'). Con esta plataforma, sus integrantes esperan apartar a la élite y abordar los problemas cotidianos de un país donde las familias políticas se reparten los cargos desde su independencia de Francia en 1943.

Los diez puntos del programa de la formación prevén una mejora de los transportes públicos de la ciudad, a menudo paralizada por los atascos, y la creación de espacios verdes. Se trata de medidas medioambientales que los otros principales partidos dejan totalmente de lado.

Las elecciones municipales se celebran cada seis años y hasta ahora las listas habían sido diseñadas por los partidos dirigidos generalmente por exseñores de la guerra civil que devastó el país entre 1975 y 1990.

La clase política libanesa está dominada por dos bandos: el liderado por Hariri y apoyado por Arabia Saudí y Estados Unidos, y el dirigido por el poderoso Hezbolá chiita, respaldado por Irán y el régimen sirio de Basahr al Asad.

Paradójicamente, ambos rivales se han unido en las municipales para hacer frente a "Beirut Madinati".

En la capital, unos 476.000 electores se han registrado, de un total de 1,8 millones de habitantes. La diferencia se debe a que el sistema electoral prevé que cada ciudadano vote en la localidad de origen de sus antepasados, por lo que muchos habitantes de Beirut no pueden inscribirse en la capital.

En la región de Beka, dominada por Hezbolá, están previstos unos resultados electorales sin sorpresas, a excepción de Zahlé, donde se enfrentan una lista de una influyente familia local respaldada por Hariri y otra apoyada por partidos cristianos.

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