El escándalo por la agresión sexual de una joven por un estudiante en la Universidad de Stanford, que alcanzó una gran repercusión internacional, ha reabierto el debate sobre las violaciones en los campus de las universidades de Estados Unidos.
"Este caso simboliza la cultura de la violación en nuestra sociedad", dijo a la AFP Amy Ziering, productora de un documental sobre el tema, "The Hunting Ground"."20 minutos de acción"
El caso al que se refiere Ziering es el Brock Turner, exestudiante de la Universidad, acusado de violar a una joven inconsciente. Turner fue condenado a seis meses de prisión, solo la mitad de cumplimiento efectivo, en una sentencia que fue recibida con indignación. En opinión del juez, una condena de prisión más larga podía afectar "severamente" a Turner, "y no parece ser un peligro para los demás”. Turner, de 20 años, era un nadador excelente. El jurado consideró que su carrera deportiva habría de anteponerse a la condena.
El padre del condenado llegó a afirmar que mandar a su hijo a la cárcel por "20 minutos de acción" era una sanción "muy dura".
Los hechos se remontan al 17 de enero de 2915, cuando la víctima acudió a una fiesta con su hermana menor. A la mañana siguiente, despertó en el hospital, sin ropa interior y sin recordar lo que había ocurrido, pero con su cuerpo lleno de quemaduras. Había sido violada. 'Cultura de la violación'
El caso ha golpeado la conocida como 'cultura de la violación' en las universidades norteamericanas. No es la primera vez que ocurre algo similar, y tampoco que los mismos hechos son juzgados con tibieza por parte de los tribunales.
La joven violada por Turner llegó a escribir una carta a su agresor que conmovió al país. "No me conoces, pero estuviste dentro de mí", comienza el texto.
"Tomaste mi valor, mi privacidad, mi energía, mi tiempo, mi seguridad, mi intimidad, mi confianza en mí misma, hasta hoy", continúa la víctima. En la misiva explica con detalle todo lo que había hecho ese día, aburrido hasta que su hermana le pidió que la acompañase a la fiesta. Recuerda haber bebido alcohol“no muy rápido, ya que mi tolerancia había disminuido significativamente desde la universidad”. Un joven negro se enfrenta a 20 años de prisión por un caso similar
El escándalo suscitó también comentarios sobre los privilegios de los blancos en Estados Unidos. Una militante por los derechos civiles, Misee Harris, publicó una foto de Turner al lado de la de un exjugador negro de fútbol americano, Cory Batey, que enfrenta de 15 a 20 años de prisión por haber participado en la violación de una mujer ebria.
El asunto llegó incluso a lo más alto del Estado. El vicepresidente Joe Biden escribió una carta a la víctima en la que la describió como una "luchadora" y exaltó su "impresionante coraje".
"Me uno a tu grupo de defensores, porque nunca nos alcanzan las palabras para quienes sobrevivieron: yo te creo. No fue tu culpa", escribió Biden. "Tu historia ya cambió vidas"."No llames a la policía, no tendrás justicia"
"De manera general, las universidades y los institutos de educación superior manejan muy mal los casos de abuso sexual en los campus, tanto en la prevención como en la respuesta", dijo Michele Dauber, profesora de derecho en Stanford que dirige una campaña por la renuncia del juez Persky.
Amiga de la víctima, Dauber cree que la sentencia de seis meses de prisión, con apenas tres de cumplimiento efectivo, minimiza la gravedad de los hechos. "Tenemos aquí la víctima 'perfecta' que hizo todo 'bien', ir a la policía, presentar una denuncia, someterse a un examen médico. Incluso tenía testigos... y a pesar de ello, no obtuvo justicia", agrega Dauber. "El mensaje de todo esto es: ni se molesten en llamar a la policía, no tendrán justicia", expresa.Una de cada diez mujeres, víctima de agresión sexual en EEUU
Según una encuesta nacional, cerca de una mujer de cada 10 en Estados Unidos es víctima de agresión sexual. Otro estudio de la Universidad de Brown, de 2015, constató que más de una mujer de cada seis había sido violada durante su primer año universitario, sobre todo en estado de embriaguez o en incapacidad de defenderse.
En Stanford, algunos denunciaron la actitud de la universidad. Así, la dirección del establecimiento "no presentó todavía excusas o expresó ninguna compasión hacia la joven", señala Dauber. "En vez de eso, se congratularon por lo bien que hicieron todo".
Una petición, que circula en línea, pide a la universidad que publique los nombres de estudiantes que sufrieron agresiones sexuales. Por su parte, funcionarios de la universidad rechazaron solicitudes de entrevistas. El establecimiento apenas se limitó a decir que "hizo todo lo que estuvo a su alcance para garantizar justicia en el caso".
En cuanto a Turner -que habría renunciado a Stanford antes de ser disciplinado- fue puesto en detención preventiva por temores sobre su seguridad, y se le prohibió de por vida participar en competiciones nacionales de natación.
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