El secretario de CGT en la Amaya, Javier Sánchez, ha indicado a Europa Press que, pese a todo, por ahora el reconocimiento no pasa de ser nominal, puesto que el principal caballo de batalla, el de los coeficientes reductores --para posibilitar jubilaciones más tempranas en profesiones de especial penosidad--, es competencia del Estado, al que en este asunto se dirigirán ahora todas las reclamaciones.
Por otro lado, la Amaya también ha adoptado el compromiso de ir llevando a cabo de manera escalonada de aplicar la cualificación a todos los trabajadores, así como reconocer en un futuro próximo, también en el marco de la mesa de negociación, la aplicación del Estatuto Básico del Empleado Público.
El reconocimiento alcanza a toda la plantilla del área operativa y a una parte de la logística, por lo que "ahora serán bomberos forestales, además de su propia categoría específica". "Estamos contentos, es una base para la lucha", ha asegurado Sánchez, que se congratula de la "ayuda" y el apoyo moral que para los empleados del dispositivo supone contar con esta reivindicación.
La Asociación Nacional de Bomberos Forestales ya convocó una marcha para la visibilización de este sector, con el objetivo de hacerse fuertes en la reclamación del reconocimiento de la categoría de bombero forestal.
Para Alejandro Yáñez, representante de la asociación, "es necesario tener bomberos forestales modernos que atiendan las emergencias en el ámbito rural, reconocidos como servicio esencial a la ciudadanía, formados continuamente, especializados y bien equipados". En este sentido, añadía que esta profesión presenta la tasa de siniestralidad más alta toda Europa en trabajos forestales.
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